Obtener una identificación que garantice el derecho a la identidad en todo México es el primer obstáculo que enfrentan los migrantes retornados al llegar a su país de origen, el cual puede volverse en todo un viacrucis.
Es por ello que para Ana Laura López, líder y fundadora de la organización Deportados Unidos en la Lucha (DUL), la iniciativa aprobada en la Cámara de Diputados para garantizar el acceso a la identidad a los migrantes retornados es todo un logro.
En entrevista para Conexión Migrante, la activista detalló todos los problemas que enfrentan los paisanos deportados para tener acceso a la identidad.
El primer paso es conseguir un acta de nacimiento, posteriormente la CURP, “si puedes librar esas barreras, el problema es conseguir la credencial de elector”.
“Siempre es complicado por los requisitos, que va desde el comprobante de domicilio, que puede ser algo sencillo pero para nuestra comunidad no es tan fácil conseguirlo”, agregó.
A esto se suma que la mayoría de los migrantes mexicanos retornados no cargan con otras identificaciones.
“Necesitas una identificación para conseguir una identificación”
“Tenemos que funcionar como testigos, sólo se nos permiten ser testigos un número de veces” enlistó la activista antes de hablar de la veda electoral.
Cada que hay elecciones se suspende durante meses la emisión de credenciales de elector, a esto se suma que por la pandemia los módulos del INE han operado de forma limitada y que 2021 será un año de elecciones.
Sin identidad no hay derechos
“Sin un documento de identidad automáticamente se niegan los derechos de acceso a vivienda, trabajo y salud”, declaró Ana Laura López.
Aunque la hoja de repatriación es un documento que puede servir como identificación, su uso es limitado y sólo sirve en circunstancias específicas.
“Para hablar de un proceso de repatriación, la hoja de repatriación no tiene ninguna función”.
Por estos motivos, la activista expresó su entusiasmo por la iniciativa para garantizar una identidad a los migrantes retornados.
Pues su aprobación significa facilitar la reintegración de los migrantes deportados al país que los vio nacer.
