El presidente Donald Trump advirtió que no cerrará Estados Unidos de nuevo si se desata una segunda ola de coronavirus. Recordó que el país está haciendo esfuerzos para reanudar actividades y reabrir su economía después de casi dos meses de confinamiento.
De hecho, Trump presionó más a los estados para reabrir los negocios a pesar de las preocupaciones latentes sobre el Covid-19.
El presidente asistió a un recorrido por una planta automotriz en Michigan, la cual está fabricando ventiladores para pacientes del virus. Ahí declaró que no cree que la gente esté de acuerdo con volver a cerrar el país en caso de que haya una segunda ola de coronavirus:
No vamos a cerrar nuestro país. Un cierre permanente no es una estrategia para un estado saludable o un país saludable.
También dijo que Estados Unidos está preparado “para una recuperación épica”.
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— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 22, 2020
Mientras tanto, los 50 estados ya anunciaron planes para reabrir la economía, al menos parcialmente. Desean revertir los estragos de la crisis que ha lanzado a más de 39 millones de estadounidenses al desempleo.
En una visita anterior el jueves a una planta del fabricante de autos Ford en Ypsilanti, Trump dijo:
Hemos logrado abrir nuestras iglesias, tenemos que abrir el país.
El presidente mencionó que había visto un video de fieles tratando de entrar en sus iglesias cerradas. Cuenta que, tras esto, habló con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) para emitir una guía para los templos.
Otro asunto que sacó a relucir fue un llamado para que los suministros médicos y farmacéuticos se produzcan en Estados Unidos y volvió a acusar a China de desatar la pandemia.
Estamos trayendo de regreso nuestras medicinas. No podemos depender de que otras naciones se ocupen de nosotros, especialmente en tiempos de dificultades”.