El distanciamiento social es la nueva normalidad que enfrentan los pequeños negocios, en especial los vendedores ambulantes, en la ciudad de Nueva York, mientras el estado analiza cómo reactivar su vida económica y social.
Entre los afectados se encuentran Mayra Condo y su esposo, dueños del negocio Antojitos Mexicanos, en Corona, Queens, que da trabajo a cuatro personas.
El matrimonio espera con ansia el 15 de mayo, fecha del último día del plan pausa hasta ahora.
“Desde Marzo, no sabíamos pero ahora ya tenemos una fecha, yo creo que con las precauciones todos debemos de seguir, con nuestra máscara, con nuestros guantes, desinfectante, cuidándonos cuando lleguemos a la casa, yo pienso que es una fecha que muchos esperamos”, declaró Mayra Condo.
Sin embargo, Mayra sabe que nada volverá a ser lo mismo después de las medidas de distanciamiento social impuestas en la ciudad.
Mayra forma parte del grupo de 2 mil vendedores ambulantes en la Ciudad de Nueva York.
Muchos de estos vendedores son indocumentados y, a pesar de que pagan impuestos, no tienen derechos a ayudas gubernamentales, esto pone en riesgo su subsistencia.
Carina Kauffman Gutiérrez, miembro de The Street Vendor Project, expresó la necesidad para que las autoridades de la ciudad y el estado creen un fondo.
Este fondo debe ser destinado para las personas que han sido excluidas de la ayuda federal.
Además, han abogado para crear una subvención que apoye a los migrantes con pequeñas empresas.
La ciudad de Nueva York anunció un fondo de 20 millones de dólares para migrantes, el cual incluye a indocumentados.
Sin embargo, a nivel estatal el tema se ha enfocado en el proceso de reapertura en general.
Por lo pronto, tanto Mayra, como otros empresarios, espera la reactivación de la vida económica de la ciudad.
