Bob Morales, el hermano mayor del músico Ritchie Valens, fue un ícono por derecho propio. Fue inmortalizado por Esai Morales, quien capturó su dolor y agallas, en La Bamba, película biográfica sobre la vida de Valens.
Bob era residente de Watsonville, California. Se involucró con la escena musical local, particularmente del grupo Guitars not Guns. Además de fumar hierba, Morales era conocido por su estilo, ya que vestía abrigos de cuero y tenis Nike. Tenía bigote y montaba su motocicleta.
Según su familia, Bob era una especie de niño salvaje. El 3 de febrero de 1959, tras el accidente aéreo en Iowa que cobró la vida de Ritchie, su vida cambió radicalmente. Ese mismo accidente mató a las estrellas de rock Buddy Holly y JP “The Big Bopper” Richardson.
Bob y Ritchie, un vínculo cercano
Cada día que pasaba en el vecindario familiar le recordaba a su hermano. Cada recuerdo le sacaba lágrimas. Durante su vida, tuvo recaídas a causa de las adicciones, pero trató de ser un buen padre y hacer el bien por otras personas.
“Mi papá era un hombre maravilloso, no juzgó a nadie, fue humilde. Dio a todos una oportunidad porque sabe que alguien le dio una oportunidad cuando estaba pasando por su adicción, su consumo de alcohol. Alguien le dio una oportunidad y él simplemente la pagó”, dijo su hija Connie Morales, según Daily News.
Durante la década de 1950, Morales y su familia migrante trabajaron de manera temporal en los campamentos agrícolas de San José; se encargaban de recoger productos y cargarlos en camiones.
A pesar de que Bob y Ritchie fuera hijos de diferentes padres biológicos, compartían un vínculo muy cercano.
Farewell, my big brother. You gave me so much to work with and be grateful for… ???
Publicada por Esai Morales en Domingo, 16 de septiembre de 2018
Bob y sus altibajos
Bob conoció a Rosie Caballero en el norte de California. Tiempo después, se mudaron al Valle de San Fernando, donde tuvieron siete hijos.
Durante su adolescencia, Bob tuvo altercados físicos con estudiantes e incluso, aterrizó en detención juvenil. De igual forma, admitió una relación abusiva con su primera esposa, Rosie, según un artículo de la revista Lowrider.
“Solía beber todo el día y solía derribar la casa. También me volví un poco abusivo con Rosie (su novia en ese momento)”, dijo Bob a la revista Lowrider.
Durante años, su hija pensaba que “no era un padre tan bueno”. Sin embargo, a medida que pasó el tiempo y eso cambió cuando se alejó de Los Ángeles y regresó al Área de la Bahía.
En la década de 1970, se mudó al condado de Santa Cruz, donde vivió casi 50 años. Ahí conoció a Joanie Morales mientras trabajaba en un centro de rehabilitación. En 1979, se casó con ella en el centro de tratamiento de adicciones y criaron más hijos.
Cuando los tiempos se volvieron difíciles para sus hijas, en su casa de Watsonville, ayudó en la crianza de algunos de sus nietos. Tuvo ocho hijos y más de 30 nietos.
Bob Morales era un mecánico que amaba los autos y viajaba a toda velocidad por las carreteras de California.
En sus últimos 25 años, no tenía una licencia de conducir, por lo que fue detenido por la policía en varias ocasiones para recibir advertencias.
En septiembre de 2018, murió a causa del cáncer de próstata.
