A pesar de contar con la protección de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), la dreamer Paula Hincapie- Rendón fue detenida sin ningún motivo por agentes de la migra mientras llevaba a su hija a la escuela; lo peor es que los agentes aprovecharon que la joven quiso dejar a su niña con sus papás para arrestarlos.
Paula Hincapie-Rendón escapó junto con sus padres de la guerra civil de Colombia, en 2015 se inscribió a DACA, programa que protege a los migrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos siendo menores de edad.
A pesar de tener el amparo del gobierno para estudiar y trabajar en USA, el 8 de mayo fue detenida por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) a unas cuantas cuadras de su casa en Englewood, Nueva Jersey, mientras llevaba a su hija de cinco años a la escuela.
Al principio, los agentes se acercaron a su auto pidiéndole que saliera y se identificara. Después de haberle pedido tres veces que se identificaran y no obtener respuestas, los oficiales dijeron: “tienes una orden de deportación, y te llevaremos al centro”.
Hincapie-Rendón preguntó si podía dejar a la pequeña en su casa con sus padres y los agentes la hicieron conducir esposada.
“Mi hija lloraba tan fuerte en el asiento trasero, asustada y confundida”, comentó.
Una vez que Paula llegó a su casa, los agentes también arrestaron a su padre Carlos Hincapie, quien llegaba del trabajo; a su madre Betty Rendón, quien es ministra luterana y estaba a punto de iniciar en junio un doctorado en Escuela Luterana de Teología en Chicago; y a su primo, que vivía en la misma casa.
Tras ser llevados a la oficina de ICE los oficiales liberaron a Paula, sin embargo, sus padres y su primo permanecieron detenidos, ahora se encuentran en la cárcel de Pulaski en Ullin, Illinois, donde se enfrentan a la deportación a Colombia.
“Siento que me utilizaron como una excusa para conseguir a mi familia. Me engañaron”, dijo Paula.
Su padre y su madre escaparon de Colombia en el 2004, después de que Betty fuera amenazada de muerte.
En 2009 solicitaron asilo, pero les fue negado. Sin embargo, ninguno de los dos presentan antecedentes penales y trabajan honradamente.
Por su parte, Paula se sienta aliviada de no ser reportada, pero expresa que tiene miedo por todo lo que se aproxima.
“Ahora trabajo a tiempo completo en Home Depot, lo cual es bueno, pero me gustaría tener a alguien que pudiera cuidar de mi hija para poder trabajar más”, dijo y añadió que está realmente abrumada. “Voy a extrañar a mi familia. Esta será la primera vez que estoy sola. Siempre hemos estado juntos, como familia “