Este viernes, el Consejo de Los Ángeles aprobó determinarse como una ciudad santuario para migrantes indocumentados, lo cual implica que las autoridades locales no puedan colaborar con las autoridades migratorias.
La ordenanza presentada por el concejal Gilbert Cedillo fue respaldada por el presidente del Concejo, Herb Wesson, recibió una aprobación unánime con doce votos a favor.
El estatus de ciudad santuario implica que la ciudad de Los Ángeles protegerá los derechos humanos de TODOS los residentes de la ciudad.
“Declaramos para todos aquellos que están en esta ciudad en este día y en esta hora que Los Ángeles es una Ciudad Santuario”, dijo hoy Cedillo al presentar su moción su propuesta ante el Concejo.
El concejal hispano aseguró que de esta manera los residentes “van a ser juzgados por sus contribuciones a la ciudad o su compromiso con su familia” y no por el lugar de donde provienen o el color de su piel.
Adicionalmente, la ley destinará diez millones de dólares para ayuda legal a inmigrantes.
La aprobación de hoy formaliza prácticas ya establecidas en la ciudad donde -entre otros- el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) no ejerce funciones de control de inmigración y restringe su ayuda a las autoridades migratorias federales.
El Departamento de Alguaciles del Condado de Los Ángeles, que patrulla algunas áreas del este y sur de la ciudad, ha mantenido una política más amplia de trabajo conjunto con las autoridades federales de inmigración, algo que su nuevo jefe, que tomó posesión del cargo este año, Alex Villanueva, ha prometido restringir.
Con información de EFE