Vestidos de civiles, negándose a enseñar una identificación y amenazando a los presentes con presentar cargos por asalto contra un agente federal, así fue como agentes de ICE separaron a un hombre de su familia en una corte de Minnesota.
De acuerdo con la crónica realizada por ThinkProgress, Carlos sabía que era peligroso para él ir al juzgado el 26 de julio, aun así decidió presentarse a la corte.
Carlos se presentó en la corte ese día debido a que a principios de 2017 golpeó a un peatón con su auto; su nivel de alcohol en ese momento estaba por debajo del límite legal, aun así fue acusado de un delito grave y pasó seis meses en la cárcel del condado.
Durante ese tiempo completó un programa de rehabilitación. Se inscribió y completó otro después de ser liberado.
Sin embargo, el hombre nunca esperó que durante su visita a un juzgado dos hombres se acercarían a él sin identificarse y le exigirían que lo acompañasen; es más, se negaron a identificarse y dijeron que portaban con ellos una orden de un juez, pero que no la mostrarían.
A pesar que Carlos iba acompañado por familiares y amigos, los oficiales amenazaron a las demás personas y los empujaron.
Un caso complicado
A pesar de los cargos en su contra, el juez de la corte criminal que había venido a ver ese jueves y el juez de inmigración que presidía su caso habían analizado profundamente la conducta de Carlos y lo habían encontrado digno de piedad y comprensión.
Un juez canceló su deportación, dictaminada a mediados de 2017, y dijo que debería continuar teniendo una oportunidad para obtener una Green Card sino se metía en problemas.
Desafortunamente, nada de esto valió, ya que desde arriba cambiaron las ordenes y ahora este devoto padre, esposo y creyente está en proceso de ser expulsado del país que ha sido su hogar por 25 años.
