Una estatua de la Virgen de Guadalupe ha reunido a miles de feligreses en una pequeña iglesia de la localidad estadounidense de Hobbs, en Nuevo México, el motivo es que derrama lágrimas con olor a rosas.
El fenómeno fue reportado por primera vez el pasado 20 de mayo en la iglesia católica de Nuestra Señora de Guadalupe y actualmente las autoridades investigan lo ocurrido y no se puede emitir ningún veredicto hasta que termine el estudio, lo cual puede durar más de un año.
Judy Ronquillo, administradora parroquial de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe Hobbs, dijo a EFE que la estatua de bronce ha “llorado” en tres ocasiones, la primera de ellas el domingo 20 de mayo, y posteriormente el lunes y jueves de la pasada semana.
Durante la eucaristía del 20 de mayo el rostro de la virgen dejó caer gotas de un líquido similar al aceite con olor a rosas, lo que llamó la atención de los asistentes a la misa, explicó Ronquillo, testigo de lo ocurrido
“La gente la miraba llorar pero no le decían nada al padre (José Segura) para no interrumpir la misa. Cuando terminó la misa, el párroco salió a saludar a la gente y es cuando le dijeron que entrara de nuevo a la iglesia porque la virgen estaba llorando”, relató.
“Cuando vio la imagen, estaba el rostro mojado, y preguntó a los presentes si alguien le había echado agua, pero todos respondieron que nadie había hecho tal cosa. El sacerdote limpió las lágrimas con un pañuelo y la virgen empezó a llorar de nuevo”, explicó.
Por lo pronto, personal de la iglesia y la Arquidiócesis de Las Cruces tomaron muestras de las “lágrimas” para su análisis e investigarán sobre posibles explicaciones naturales.
Los funcionarios de la parroquia anunciaron que mantendrán el lugar abierto que sea necesario para recibir a los devotos que pretendan ver a la Virgen de Guadalupe.