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Menores asegurados por la CBP sufren abuso físico y sexual: ACLU

Decenas de miles de niños latinoamericanos viajan a EU cada año para escapar de la violencia y la pobreza en sus países, sin embargo, su destino en la Unión Americana no es mejor que en sus países de origen.

Según el gobierno de Estados Unidos, decenas de miles de niños latinoamericanos viajan a EU cada año para escapar de la violencia y la pobreza en sus países, sin embargo, su destino en la Unión Americana no es mejor que en sus países de origen.

De acuerdo con la Unión de Libertades Civiles de EU (ACLU) los menores asegurados por la Patrulla Fronteriza han enfrentado abusos sistémicos como vivir en condiciones insalubres, abuso verbal, físico y sexual, y negligencia médica.

A través de un estudio de 50 páginas, ACLU y la Clínica para los Derechos Humanos Internacionales de la Facultad de Leyes de la Universidad de Chicago hicieron un análisis de las vejaciones sufridas por los menores entre 2009 y 2014.

A través de estas 50 páginas, las organizaciones han evidentes los casos en los que los oficiales de la CBP faltan a sus obligaciones con total impunidad y someten a los menores a toda clase de abusos.

De acuerdo con Mitra Ebadolahi, abogada del Proyecto de Litigio Fronterizo de ACLU, el documento es una muestra de la “brutalidad e ilegalidad” de las acciones de los agentes de inmigración contra menores vulnerables que merecen protección y un trato digno.

A estas conductas se suman el fracaso del gobierno para exigir cuentas a los oficiales que abusan de su poder.

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Y es que estos abusos se repiten de forma sistémica de costa a costa, en los puertos de entrada y al interior de EU.

De acuerdo con el informe, varios de los menores detenidos por la CBP denunciaron que fueron víctimas de abuso físico y psicológico  por parte de los agentes de la Patrulla Fronteriza.

Estas personas los sometían a maltratos llamándolos perros, pedazos de mierda, hijo de puta o prostituta, y diciéndoles que contaminan su país.

Además, fueron sometidos a condiciones insalubres, celdas frías, aislamiento de sus familias, detención prolongada y falta de acceso a comida, agua, atención médica y asesoría legal.

Incluso hay reportes de golpizas, amenazas de muerte o violaciones de estos menores. También hay casos en los que negaron atención médica a menores embarazadas.

El documento registró el caso de un niño al que amenazaron con enviarlo a un detenido adulto para lo sometiera a abuso sexual, o el caso en el que los agentes usaron una pistola o picana eléctrica contra un niño hasta que cayó al piso tembloroso y con los ojos volteados hacia adentro.

En otras ocasiones los agentes mantuvieron detenidos a los niños por más de 72 horas, violando el límite establecido por la ley.

Lamentablemente, la CBP sostiene que las acusaciones en su contra son “falsas” y “sin fundamento”, porque el informe hace pasar como “hechos” las acusaciones, e ignora las mejoras realizadas por la agencia así como la supervisión que han hecho agencias independientes externas en la última década.

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