La reciente matanza de 28 presos en un centro penitenciario en Acapulco, estado de Guerrero en México, se produjo en medio de un ritual del culto de la ‘Santa Muerte’.
El pasado 6 de julio, en lo que se pensaba era una pelea entre internos o un intento de motín, 28 presos fueron asesinados al interior de la cárcel de Las Cruces, en Acapulco. Algunos de los fallecidos fueron degollados.
Citando fuentes estatales y federales, el diario mexicano Reforma reveló que “los presos fueron ejecutados en medio de un ritual de la Santa Muerte”, encabezado por narcotraficantes del Cártel Independiente de Acapulco.
La Santa Muerte, popularizada en distintos lugares de México y de América Latina, es una falsa devoción, representada con una calavera adornada según el gusto personal de sus adeptos.
Este culto está vinculado a narcotraficantes y distintos tipos de delincuentes, que recurren a esta imagen para pedir por el éxito de sus crímenes. El culto a la Santa Muerte, considerado blasfemo, está relacionado además con prácticas de brujería.
Según la prensa local, al interior de la cárcel se habrían encontrado artefactos explosivos y armas de fuego.