Cuida tu mente mientras migras: tips para la salud mental de personas migrantes
Tips para la salud mental mientras migras: cuida tus emociones, encuentra calma y aprende a escuchar tu mente en cada paso del camino.

Ponerle atención a la mente y la emociones no es una actividad común para las personas en tránsito, por esta razón la trabajadora humanitaria Diana Arenas compartió algunos tips para la salud mental.
Ella contó que durante su trabajo con personas migrantes, vio que muchos se enfocaban solo en llegar a su destino, dejando de lado sus emociones y bienestar mental.
¿Cómo saber si tu mente necesita atención?
Diana explicó que la mente no siempre grita cuando hay un problema; a veces los signos son pequeños cambios en pensamientos, emociones o comportamientos diarios.
Perder concentración, sentir que la mente no sigue el ritmo del cuerpo, o que la ansiedad y el sobrepensamiento dominan, eran señales claras de alerta que ella observaba.
También señaló que la tristeza persistente, el desánimo o perder interés en actividades que antes daban alegría, podría ser una señal de que se necesita ayuda.
La especialista recordó que cuando estas emociones afectan la rutina diaria, dormir, comer o relacionarse con otros, es momento de prestar atención y buscar apoyo.
¿Qué hacer para cuidar tu mente en el camino?
Arenas recomendó primero aceptar y escuchar las emociones sin juzgarlas; entender que la ansiedad o la tristeza están ahí para dar un mensaje importante.
Agregó que durante su trabajo descubrió que escribir lo que se sienten o lo que les preocupa, hacía que muchas personas migrantes pudieran organizar sus pensamientos y no sentirse tan abrumadas por todo lo que tenían en la cabeza.
Mover el cuerpo con ejercicios simples, caminar o conectar con la naturaleza también ayuda a que la mente se tranquilizara y las emociones fluyan mejor.
Dormir, comer, hidratarse y respirar con atención son pasos que ella destaca como básicos pero poderosos para fortalecer la salud mental durante el trayecto migratorio.
Tener alguien de confianza con quien hablar, aunque sea por mensaje, genera contención y fortalece la realidad de que no están solas ni solos.

Entender que cada proceso migratorio es único
Diana Arenas señaló que cada experiencia migratoria es diferente y que compararse con otras personas solo puede generar frustración o culpa. Validar el propio camino es esencial.
Contó que aceptarse a uno mismo y reconocer los límites propios ayudaba a muchas personas a seguir avanzando sin sentir que estaban fallando.
Aceptar las emociones difíciles no significa debilidad; según Diana, es una forma natural de procesar lo que ocurre y de cuidar de sí mismo mientras se avanza.
Señales que no hay que ignorar
La especialista mencionó que la ansiedad puede aparecer como pensamientos que no paran, preocupación excesiva o dificultad para decidir, y que ignorarla puede afectar la rutina y la energía.
La tristeza prolongada puede afectar el sueño, el apetito y las ganas de seguir haciendo cosas que antes generaban alegría, y Diana insistía en observar estas señales.
Cuando las emociones llegan a dominar la vida diaria, incluso hasta impedir respirar o interactuar con otros, es momento de pedir ayuda profesional o buscar estrategias de autocuidado.
La salud mental de personas migrantes se cuida prestando atención a las emociones, validando cada experiencia, practicando autocuidado y recordando que cada proceso es único y valioso.
Aceptar que sentirse mal es normal, priorizar necesidades básicas y buscar apoyo cuando sea necesario. La experta abundó que este paso ayuda a avanzar con más claridad y fuerza durante el proceso migratorio.
