El presidente Donald Trump no tiene una razón válida para invocar una ley que ordena la deportación de venezolanos a una prisión en El Salvador, quienes fueron acusados de estar relacionados con el grupo criminal Tren de Aragua, sin seguir un adecuado proceso legal.
La razón que dio Trump para poner en marcha la Ley de Enemigos Extranjeros fue que este grupo estaba actuando bajo órdenes del gobierno de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. Según él, era una amenaza organizada por un enemigo extranjero, informó New York Times.
Sin emabrgo, un documento oficial del gobierno de Estados Unidos, desclasificado el lunes 5 de mayo, contradice su argumento, el informe, elaborado por agencias de inteligencia y publicado por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, aclara que no hay pruebas de que Maduro controle al Tren de Aragua.
“Aunque el entorno permisivo de Venezuela permite operar al TDA, es probable que el régimen de Maduro no tenga una política de cooperación con TDA y no esté dirigiendo el movimiento y las operaciones de TDA en Estados Unidos”.
Venezuela no dirige al Tren de Aragua; por lo tanto, la ley de Trump no aplica
Porque la ley que usó Trump exige un vínculo real entre el grupo criminal y un gobierno enemigo. Sin esa conexión directa con Maduro, su argumento no es válido.
Esto hace que las deportaciones masivas que ordenó Trump parezcan ilegales o abusivas, ya que muchas personas fueron expulsadas del país sin atravesar un juicio, y algunas ni siquiera tenían vínculos reales con pandillas.
Después de que The New York Times publicó esta información en marzo, el gobierno de Trump dijo que el reportaje era falso y que dañaba la seguridad nacional. Incluso abrió una investigación criminal para castigar a quien filtró los datos.
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