El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que impondrá un arancel del 20.9% al jitomate mexicano a partir del próximo 14 de julio, como parte de una medida para proteger a los productores agrícolas estadounidenses. Esta decisión pondría fin al acuerdo comercial vigente desde 1996 que permitía la entrada del producto mexicano sin el pago de impuestos.
El nuevo arancel afectará directamente al comercio bilateral, ya que México es el principal proveedor de jitomate a Estados Unidos, responsable del 90% de las importaciones de este producto y de seis de cada 10 tomates que se consumen en territorio estadounidense.
¿Qué ha dicho el gobierno mexicano respecto a que Trump pondrá arancel del 20.9% a jitomate mexicano?
Durante la conferencia matutina de este 15 de abril, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué Sacristán, informó que el gobierno mexicano buscará entablar un diálogo con la administración Trump para evitar la implementación de la medida. Berdegué advirtió que, de aplicarse el arancel, los consumidores estadounidenses enfrentarán un aumento del 21% en el precio del jitomate y productos derivados como la salsa catsup.
“Sus tomates van a ser más caros, les van a salir más caras sus ensaladas, su ketchup y todo. Claro, no nos pueden sustituir porque no es que haya un montón de otros países que producen esta cantidad de excelentes tomates a un precio muy conveniente; si lo quieren hacer, pues simplemente van a pagar 21 por ciento más caros sus tomates”, señaló el funcionario.
También criticó el proceso de notificación, ya que la decisión fue comunicada directamente a los abogados de productores en Estados Unidos, sin informar previamente al Gobierno de México.
El jitomate es el tercer producto agrícola más exportado por México, solo detrás de la cerveza y el aguacate. En 2019, su exportación generaba cerca de 400 mil empleos en el país, por lo que un arancel de esta magnitud representaría un duro golpe para miles de productores, principalmente en el norte del país.
Se terminaría el acuerdo entre ambos países
El acuerdo de suspensión de aranceles de 1996 había permitido una regulación ordenada del comercio de jitomate mexicano hacia Estados Unidos, aprovechando la competitividad y calidad del producto nacional. Ahora, con la amenaza de su cancelación, tanto productores como consumidores se enfrentan a un escenario incierto en los próximos meses.