22 de marzo de 2025

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Inmigrantes en Estados Unidos | Somos “comunidad trabajadora”

Cambiar la narrativa sobre los inmigrantes: de “criminales” a “comunidad trabajadora”, es un acto de justicia y el primer paso para lograr una sociedad más inclusiva.


En el debate sobre la inmigración es fundamental replantear la manera en que nos referimos a quienes llegan a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. Durante décadas, el término “inmigrante” ha sido utilizado con una carga negativa por ciertos sectores, asociándolo erróneamente con criminalidad y desorden. Sin embargo, la realidad es otra: estas personas forman parte de la comunidad trabajadora y su contribución es esencial para la economía y el desarrollo del país.

Desde las bases, la comunidad trabajadora desempeña un papel crucial en sectores como la agricultura, la construcción, la manufactura, la salud, la tecnología, la hostelería, el servicio doméstico, el transporte y la educación. Son ellos quienes trabajan largas jornadas para que las ciudades funcionen, quienes cosechan los alimentos que llegan a nuestras mesas, quienes edifican la infraestructura del país y quienes cuidan de las familias estadounidenses a través del servicio de salud y el cuidado infantil.

Sin embargo, a pesar de su innegable aporte, a menudo son invisibilizados o estigmatizados. Estudios han demostrado que la fuerza laboral migrante impulsa el crecimiento económico. Según el Instituto de Política Migratoria, los trabajadores migrantes generan miles de millones de dólares en impuestos y consumo, sosteniendo sectores enteros de la economía. Sin su esfuerzo, muchas industrias enfrentarían crisis severas. Además, su participación en el mercado laboral permite que otros sectores prosperen, ya que cubren empleos esenciales que, de otro modo, quedarían vacantes. La mano de obra migrante también es responsable de mantener bajos los costos de bienes y servicios, beneficiando a toda la sociedad.

Además de su arduo trabajo en diversos sectores, la comunidad inmigrante realiza contribuciones económicas significativas que benefician al país. Los inmigrantes, independientemente de su estatus migratorio, aportan aproximadamente 100 mil millones de dólares anuales en impuestos federales, estatales y locales. Estas contribuciones ayudan a financiar programas esenciales como la Seguridad Social y Medicare, garantizando su sostenibilidad para la población en general.

El poder adquisitivo de la comunidad inmigrante también es notable. En 2018, se estimó que los inmigrantes en Estados Unidos tenían un poder adquisitivo de 1.5 billones de dólares, representando un porcentaje significativo del total nacional. Este consumo impulsa la economía, generando demanda y estimulando la creación de empleos. La presencia de inmigrantes en la economía estadounidense permite que negocios locales y nacionales prosperen, promoviendo la innovación y la competitividad en el mercado.

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Así que el lenguaje que utilizamos moldea la percepción de la sociedad. La palabra “inmigrante” ha sido distorsionada por narrativas negativas que ignoran el sacrificio y la lucha diaria de estas personas. Cambiar el término por “comunidad trabajadora en Estados Unidos” permite visibilizar su verdadera identidad: personas que, con esfuerzo y dedicación, sostienen la estructura económica y social del país. Esta simple transformación en el discurso puede ayudar a contrarrestar la desinformación y la discriminación.

El primer paso para cambiar la percepción pública es la educación y la concienciación. Los medios de comunicación, las organizaciones comunitarias y los líderes sociales deben adoptar este nuevo término para redefinir la narrativa. Además, las políticas migratorias deben reflejar el valor de esta comunidad, otorgándoles el reconocimiento y las oportunidades que merecen.

Este país ha sido construido por generaciones de trabajadores de distintas procedencias. Reconocer y nombrar a la comunidad trabajadora en Estados Unidos por lo que realmente es no solo es un acto de justicia, sino un paso necesario para construir una sociedad más inclusiva y equitativa.