18 de marzo de 2025

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Vivianne Petit Frére: Una historia de coraje y resiliencia 

Vivianne Petit Frére es una mujer de origen haitiano que desde que llegó a Tijuana encontró la forma de seguir ayudando a sus connacionales.

Vivianne Petit Frére llegó a México desde Haití con la idea inicial de buscar el “sueño americano” para así ofrecerle una mejor vida a su familia. 

En su país natal, la falta de oportunidades y la inestabilidad política la llevaron a tomar una decisión difícil: dejarlo todo atrás en busca de un futuro más prometedor. 

La niña que soñó con ser famosa 

Hoy en día Vivianne Petit Frere es una mujer de 37 años que disfruta de sus diferentes versiones; el ser madre, abuela, esposa, activista, estudiante y empresaria, no es tarea fácil.  

Sin embargo su perfil optimista y vivir enfocada en lograr sus metas le ha abierto muchas puertas a lo largo de su travesía.  

Con una sonrisa contagiosa, Vivianne contó un que su principal motor ha sido su madre. Creció en una familia monoparental y siendo hija única.  

Su padre fue asesinado cuando ella tenía apenas 10 años, situación que la hizo ser conciente a temprana edad de la situación social de su país.  

Vivianne se describe a sí misma como una mujer encantadora que de niña siempre atrajo la atención.  

“Leía las revistas, me veía como cantante, artista, esas cosas de chicas, sobre todo famosa”, comentó.  

Comentó también que conforme iba creciendo se dio cuenta que el altruismo y el trabajo social fue algo que se fue fortaleciendo en su personalidad.  

El adiós a la familia y más obstáculos que pasar 

Vivianne Petit Frére es madre de una joven y un menor de 5 años. Luego de vivir un divorcio difícil, su vínculo con su madre se fortaleció mientras las condiciones en su país empeoraban.  

“Mi mamá miró mas lejos que yo y me dijo, ‘no, tu te vas a ir’, las cosas estaban feas y tardé seis meses en prepararme para irme”, detalló.  

Y entonces, Vivianne Petit Frére dejó Haití, dejó a su madre y dejó a sus hijos prometiendo pronto volverse a reunir con ellos en mejores condiciones.  

El primer lugar al que llegó fue Brasil, sin conocer la cultura de ese país ni saber hablar portugués. Ahí Vivianne Petit Frére encontró trabajo en un hotel.  

“Sufrí mucho pero tengo un lema: De la difficulté nait la réinvention! Que significa de la dificultad se reinventan las personas, sufrí tanto que por eso logré sobrevivir”, aseguró.  

Luego de ver que el dinero que ganaba ahí no era suficiente para mantener a su familia en Haití, tomo la decisión de migrar al norte. De nuevo había que tomar decisiones contundentes.  

Fue entonces donde se vio en la necesidad de vender un terreno que recibió como herencia, esto con la finalidad de contar con los fondos para iniciar su recorrido en camino a Estados Unidos.  

“Me fui al sur de Brasil para crucar irregularmente a Bolivia, de ahí hasta Perú, Ecuador, Colombia, pasamos por la jungla y Panamá, Cosa Rica y para llegar hasta Guatemala” 

Vivianne Petit Frére es una mujer de origen haitiano que desde que llegó a Tijuana encontró la forma de seguir ayudando a sus connacionales.
Vivianne Petit Frére en Espacio Migrante denunciando abuso de autoridades municipales en contra de la población haitiana. Foto: Janette De Los Reyes

El camino en México de Vivianne Petit Frére hacia una nueva vida 

Vivianne Petit Frére considera que desde que llegó a este país, ha tenido algo parecido a la buena suerte ya que fue bien recibida.  

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“Hubo un hombre que no conocía pero desde que llegué me ofreció alimento, yo solo sabía decir hola, gracias y listo”  

Una vez que logró realizar los trámites migratorios correspondientes en Tapachula, Chiapas emprendió su camino a la frontera norte, llegando a Tijuana, ciudad en la que desde un prinicipio se involucró con la ayuda a sus connacionales.  

La adaptación no fue fácil, la alimentación fue uno de los aspectos más difíciles de satisfacer ya que en su país las técnicas son distintas.  

Una vez estabilizándose en Tijuana, logró por medio de ACNUR iniciar los trámites de reunificación familiar los cuales en seis meses le permitieron traer a su madre e hijos.  

Un futuro prometedor en México 

Vivianne Petir Frére es una mujer que disfruta de ayudar a otros y además le apasiona aprender y preparase.  

Actualmente estudia licenciatura en Servicio Social en la Universidad Autónoma de Baja California, el lugar que hasta ahora considera, el único espacio donde se siente libre de discriminaciones.  

Aseguró que ya no le importa lo que la gente diga o piense de ella pese a saber que sigue siendo víctima de perfilamiento racial.  

“Cuando viajo me han parado por minutos, me revisan; me hicieron quitarme mis tenis de plataforma porque consideran que una mujer negra como yo no puede tener esos privilegios” 

Actualmente tiene como meta personal el elevar el nivel del restaurante que administra en el que ofrece comída típica de Haití.  

Por otra parte, en Haitian Bridge Alliance ofrece ayuda a personas de su país, desde traducción, hasta asesoría y defensa en casos de abusos de autoridad.  

En el ámbito familiar, disfruta de su nieta de un año, sigue con la crianza de su pequeño hijo y además dice intentar darse un tiempo en el que pueda vivir su vida lejos de el sinnúmero de actividades que debe atender.  

Con una filosofía basada en el “Apoyo mutuo”, y conociendo las condicones por las que miles de personas pasan para llegar a Estados Unidos, decidió quedarse en Tijuana mientras la vida no le imponga otro reto.  

“Me ha ido muy bien, si me ves que he dado la vida luego dice, ‘está bien, se lo merece’ es ayudarnos, te ayudo, me ayudan”.  

Vivianne Petit Frére sigue adelante, porque sabe que el futuro de su familia depende de su esfuerzo.  

Su historia es la historia de muchos migrantes que, con esperanza y valentía, buscan construir una vida mejor lejos de su tierra natal. 

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