Después de 12 años de labor, Héctor Barajas detuvo las operaciones del Deported Veterans Support House, mejor conocido como El Búnker en Tijuana.
El fundador de esta iniciativa y veterano deportado de Estados Unidos, abrió este espacio para apoyar a de diversas formas a ex militares.
Personas que, a pesar de haber servido en el ejército estadounidense, fueron expulsados y enfrentan serias dificultades para regresar al país al que le dedicaron sus años de servicio.
A través de redes sociales, Barajas dedicó un mensaje en el que refrendó su compromiso con la comunidad de veteranos deportados que siguen buscando su derecho de regresar al vecino país.
La ayuda continuará pese al cierre de El Búnker en Tijuana
El cierre de El Búnker en Tijuana obedece a varios factores, Héctor Barajas explicó que ahora trabaja de tiempo completo como oficial de seguridad en San Diego.
Su compromiso laboral le impide dedicar el mismo tiempo al proyecto además de a la organización le fue imposible asegurar un nuevo contrato de arrendamiento.
Pese a la situación, Barajas aseguró que el apoyo no se detendrá; desde su hogar en San Diego continuará brindando ayuda de manera remota, una modalidad junto a su equipo aprendió a implementar durante la pandemia.
Día de los Veteranos: un llamado a recordar el sacrificio de todos los soldados
El cierre de El Búnker en Tijuana se produjo a pocos días del Día de los Veteranos, que este año se conmemora hoy 11 de noviembre.
Este día honra a todos los hombres y mujeres que han servido en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, sin importar el conflicto en el que participaron.
El Día de los Veteranos, originalmente surgió como el Día del Armisticio al término de la Primera Guerra Mundial y busca recordar el sacrificio y la dedicación de quienes han defendido al país norteamericano.
Lo cierto es que, para los veteranos deportados, el Día de los Veteranos suele ser un recordatorio de una realidad dolorosa.
Tras haber servido y enfrentado los riesgos que conlleva una vida militar, muchos viven en el destierro debido a delitos menores o problemas migratorios, y son deportados a países que, en algunos casos, apenas conocen.
A pesar de sus contribuciones, se encuentran en un limbo legal que les impide volver a Estados Unidos y acceder a los beneficios que otros veteranos sí pueden obtener.
Héctor Barajas y su lucha por el reconocimiento de los veteranos deportados
El trabajo de Héctor Barajas y su equipo en el Deported Veterans Support House ha sido fundamental para visibilizar la problemática que viven las personas que fueron repatriadas y que sirvieron en las fuerzas armadas estadounidenses.
Gracias a su labor, cerca de 200 veteranos deportados regresaron a su hogar con sus familias y además lograron acceder a los servicios médicos que requieren.
Durante los años de servicio de El Bunker el equipo recibió la visita de congresistas como Tammy Duckworth y candidatos presidenciales como el senador Bernie Sanders.
De acuerdo a lo expresado por Héctor Barajas, los políticos se interesaron en la causa y escucharon las historias de aquellos que han sacrificado tanto y ahora enfrentan el exilio.
Entre los apoyos que ofreció El Búnker destacó la asistencia en beneficios médicos, vivienda y empleo e incluso se organizó la repatriación de veteranos fallecidos.
Esto mientras colaboró con organizaciones como Vets for Peace, ACLU y American GI Forum para cabildear ante el Congreso y lograr cambios en las políticas migratorias.
Héctor Barajas expresó en redes sociales que el cierre de El Búnker en Tijuana no significa el fin y reiteró que tanto él como otros veteranos deportados seguirán trabajando para ayudar a quienes comparten la misma situación.