Tijuana.- El proyecto Embajadores de Jesús es mucho más que el templo cristiano en el que se reúnen cientos de creyentes cada semana.
Se trata de un espacio encabezado por el pastor Gustavo Banda y que en una labor conjunta con diversas organizaciones han recibido a más de 20 mil personas que van en su camino migratorio.
Una comunidad que crece a ritmo acelerado
Embajadores de Jesús es una comunidad situada medio de una zona a la que poco a poco llegan los servicios de urbanización como el drenaje y la pavimentación.
En el corazón del Cañón del Alacrán, de la colonia Divina Providencia se puede apreciar la construcción de amplios espacios que permiten dar techo a personas en contexto de movilidad.
Hoy en día cuenta con una capacidad de recepción de hasta mil 500 personas, una escuela en la que se brinda educación básica y el apoyo de distintas organizaciones que permiten una mejor permanencia para quienes llegan.
Embajadores de Jesús celebró 14 años de servicio
La conmemoración por un año más de permanencia de Embajadores de Jesús se dio en medio del servicio dominical, con los asistentes que semana a semana se reúnen.
Sin embargo, para esta ocasión contaron con invitados especiales, una entrega de reconocimientos y un breve recorrido visual por la labor que la organización ha realizado.
“Después de construir la primera iglesia, llegaron los haitianos y nos convertimos en la “Pequeña Haití”, llegaron miles y tuvimos que hacer casas para ellos.
Acudimos, les dimos de comer y mi esposa fue la primera que se los trajo, así que es cómplice mío”.
Embajadores de Jesús extenderá su cobertura
Ante la situación migratoria que se desarrolla en la frontera sur del país, principalmente en el estado Chiapas, el pastor Banda tomará acción.
Durante el recuento del trabajo de Embajadores de Jesús, destacó que el próximo proyecto es abrir un espacio en Tapachula, Chiapas.
“Los están matando allá, cerraron cien iglesias, es por eso que voy a dejar mi testamento y vamos a Tapachula, con la cobertura de Dios”, afirmó.
Trabajo de la mano con las autoridades
El líder religioso no olvida las experiencias de represión y acoso que vivió por parte del gobierno local, principalmente durante la llegada de la caravana migrante.
Sin embargo, reiteró que actualmente cuenta con el apoyo del gobierno a quien con anterioridad ha agradecido la mejora en infraestructura y acceso.
“Vamos a trabajar gobierno unido con la sociedad, en este lugar el gobierno ha peleado con nosotros, pero ahora tenemos un gobierno amigo.
Y cuando el gobierno trabaja con la sociedad, grandes cosas se pueden lograr”, sentenció el pastor Gustavo Banda.
Al término del servicio religioso se organizó una comida comunitaria en la que mujeres que residen en el albergue prepararon cientos de pupusas, platillo tradicional de El Salvador.