Hace cuatro meses, Dimitri llegó a México y pidió asilo, salió huyendo de la inseguridad y problemas que aquejan a Haití, quiere cumplir sus metas aquí. Sin embargo, solicitar refugio en este país es una tarea muy complicada.
El joven de 22 años tuvo que interrumpir su licenciatura en Administración de Empresas, llevaba dos años estudiando la carrera.
Sin documentos, Dimitri no puede estudiar ni trabajar en el país. No obstante, sigue buscando nuevos espacios para aprender.
Quiere dar clases de idiomas en Pilares
Actualmente toma clases en el Pilares Ana Bolena ubicado en la alcaldía de Tláhuac.
“En Pilares tomo clases de química, física y más talleres, no se me dificultan porque son temas que ya he visto”.
El joven tiene conocimientos en varios idiomas, sabe francés, español y chino, por ello quiere dedicarse a la enseñanza de idiomas en el Pilares de Tláhuac.
Además, tiene muy claro que quiere estudiar en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comenta que eso haría sentir orgullosa a su mamá.
COMAR no atiende su solicitud de refugio
En noviembre de 2023, Dimitri solicitó asilo por primera vez en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) con sede en Tapachula, Chiapas.
Posteriormente, se trasladó a Ciudad de México y COMAR dio su proceso por terminado, ya que debes permanecer en el estado en el que solicitas asilo hasta que tu caso se resuelva.
En la capital tuvo que reiniciar su proceso desde cero y esto significa que tardarán aún más en resolver su petición. la dependencia tarda hasta cinco meses en dar refugio.
“Quiero quedarme aquí porque me gusta México”.
Si bien, los trámites en México son una pesadilla. Dimitri se ha familiarizado muy rápido con la cultura mexicana, en la entrevista no tardó en mencionar que le gusta la comida de nuestro país y que le gusta usar el metro.
“Me gusta la gente, la comida, el picante, los tacos” … “Me siento bien aquí, es mi segunda casa”.
No obstante, es complicado estar lejos de sus seres queridos…
Su familia permanece en Haití
Su familia está en Haití, allí tiene a su hermana, mamá y papá, ellos no pudieron migrar a México. pero busca ganarse la vida aquí para apoyarlos económicamente a la distancia.
Al igual que Dimitri, hay decenas de migrantes que buscan crecer, estudiar y aportar algo bueno en la sociedad, pero las instituciones mexicanas siguen olvidándolos.
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