El número 7 es de mis favoritos. Me gusta pensar que es de buena suerte y que la vida nos pone en el lugar que debemos estar.
Hace exactamente siete años, Estados Unidos elegía a Donald Trump presidente, y con ello inició una de las etapas más oscuras y complejas para la comunidad migrante mexicana y latina en Estados Unidos.
Ese mismo día también nació Conexión Migrante, sin imaginar siquiera el trabajo y el desafío que nos esperaba. Pocos meses después, en mayo del 2017 iniciamos el Centro de Atención al Migrante, que nos vino a convertir en escuchas atentos de las necesidades de las personas.
Nuestra página ha sido vista por casi 18 millones de personas, con 50 millones de visitas en estos siete años, y en el Centro de Atención al Migrante hemos recibido más de 50,000 mensajes, llamadas, correos electrónicos con las preguntas y preocupaciones más grandes de las personas migrantes.
Tenemos una comunidad viva, que confía en nosotros y participa activamente -sin saberlo- de nuestras decisiones editoriales y de contenido. Nuestro fuerte es el periodismo de servicios, ese que acompaña y arropa a la comunidad.
Con información de calidad y acompañamiento hemos cambiado la vida de muchas personas, y ustedes las y los migrantes nos han cambiado la vida a nosotros también en el equipo de Conexión Migrante.
Estoy convencida que la migración es un derecho humano, que cualquier persona puede decidir moverse de un lugar a otro, en las condiciones más seguras posibles. Creemos y luchamos por ello.
También creo profundamente que la migración es un fenómeno que beneficia a las sociedades, las hace más diversas y promueve el desarrollo económico y social. Y esa parte de la historia nos falta contarla con más ahínco.
2023 fue un año complejo, difícil; al inicio, con problemas graves de sostenibilidad que se resolvieron con trabajo en equipo arduo y comprometido.
Pero también participamos en proyectos que nos llenaron el corazón. Primero, en la investigación “La Trampa de la Desinformación: el negocio de engañar a personas migrantes”, con un equipo de periodistas de cinco medios y tres países.
Y luego, el reportaje de Mujeres Migrantes:Cuerpos sin derechos”, en el que vivimos como equipo un proceso doloroso y aleccionador que nos hizo estar más unidos.
Y viene nuestro último trabajo de investigación del año. Este en particular tiene mi corazón porque lo hemos construido poco a poco durante más de tres años y se trata de los programas de reunificación familiar que operan desde México y llevan a los papás de migrantes indocumentados a Estados Unidos para que los visiten. No se lo pierdan, sale el lunes 14 de noviembre.
Nuestro objetivo siempre es visibilizar problemáticas y retos de la migración, de los migrantes que viven en Estados Unidos, pero también de los que cruzan Latinoamérica para llegar a ese mal llamado “sueño americano”.
Empezamos el año 8 trabajando arduamente y planeando cómo hacer llegar información de calidad para que los migrantes tomen mejores decisiones.
Estamos comprometidos con los mexicanos en el exterior, particularmente los millones de personas que viven en Estados Unidos y Canadá, y que enfrentan dificultades para integrarse a sus comunidades, no sólo por la barrera del idioma sino por ese racismo y xenofobia que se desató con la llegada de Donald Trump al poder.
El 2024 será un año importantísimo para todos, pero en especial para México y Estados Unidos, donde habrá elecciones presidenciales que marcarán nuestro destino.
Para los mexicanos en el exterior se abre por primera vez en la historia la posibilidad de participar en tres modalidades diferentes para elegir Presidente, gobernadores, legisladores federales y algunos locales.
Su participación podría marcar la historia electoral, pero para ello debemos construir y animar a la participación política de quienes tuvieron que dejar este país.
No olvidemos que quienes migran lo hacen por una necesidad económica o de protección, pero no invalida sus derechos políticos, como se pensaba hace 30 años. Aquella historia de “el que se fue a la villa perdió su silla” ya no existe más.
Y en Estados Unidos, el peligro inminente de que Trump vuelva a competir llena de miedo a muchas comunidades que viven en el silencio.
Gracias, gracias, gracias
Hoy se cumplen siete años del sueño de mi vida y las palabras no son suficientes para agradecer a tantas personas que han estado cerca y me han acompañado.
Abel Domínguez y Selene Tapia son los pilares de esta historia y agradezco a la vida que hayan llegado a este proyecto. Sofía, Martha, Francisco, Saraí, Toño, Valeria, Karina, Daniela y Janette, gracias también por su compromiso, disciplina y pasión por su trabajo.
Gracias Andrea Ornelas, que a la distancia sigues presente, gracias Rita, Laura, Ximena, Arelí, Nadia, Claudia y más amigas y colegas que no me dejan sola. Ellas son mi gran red de apoyo emocional.
Gracias a mi familia, a mi hermana Gema, a mi hermano Héctor, a mis sobrinas y a mi montón de sobrinos y sobrinas que me hacen reconocer un futuro.
Y gracias a Carlos Miguel, mi hijo que me impulsa y me alienta a seguir por este camino.
#YoSoyMigrante
