Tijuana.- Migrantes en Tijuana se preparan para recibir a sus familiares damnificados tras huracán Otis, en Acapulco.
El fenómeno golpeó el puerto acá pulque de la semana pasada con una intensidad histórica que lo colocó como categoría 5.
En tanto, migrantes en esta ciudad fronteriza esperan que sus familiares quienes perdieron todo puedan trasladarse a Tijuana.
“Mis hermanos están bien pero lo perdieron todo, tenían una casita que rentaba que quedó destruida y trabajo ya no van a tener, estaban en la zona hotelera, ya les dije que mejor se vinieran”, dice Ana, una migrante de Acapulco.
Ana dejó su hogar hace dos meses por la inseguridad, desde ese entonces espera en Tijuana para iniciar su trámite de asilo.
Angustia tras huracán Otis llega a la frontera
Decenas de familias de Guerrero llegaron a Tijuana desde hace meses y permanecen en los albergues para migrantes.
A la angustia de no saber hasta cuándo cruzarán la frontera a Estados Unidos se suma no saber cómo están sus familias.
“Mi papá vive en San Marcos y no sabemos nada de él, nada más somos una hermana en el otro lado y yo y unos sobrinos que lo iban a cuidar, no sabemos qué vamos a hacer”, lamenta Rosario, una migrante también de Guerrero.
Ana y sus hijos, originarios de Acapulco, marcan diariamente a los teléfonos de sus familias sin tener una respuesta.
“Diario marcamos, todos los días entramos a la redes a los grupos de las colonias, nada más vemos los destrozos pero de ellos nada”, lamenta.
Desplazados por cambio climático
En 2020 hubo un récord histórico de refugiados climáticos: 30.7 millones en el mundo.
De esos poco más de 30 millones 10% corresponden a países latinos, principalmente aquellos con menor Indira estructura y más pobreza.
De acuerdo con el Banco Mundial para 2050 América Latina tendría 17 millones de migrantes internos por razones climáticas.
Además el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) alertó que el desplazamiento es resultado del aumento de la intensidad y frecuencia de los fenómenos climáticos.
