Tras el aumento en los crímenes de odio en California, los ciudadanos de ese estado presionan al gobierno por políticas que garanticen la seguridad de la población.
En los últimos 10 años, los crímenes de odio en California han aumentado hasta 89.6%, según el reporte anual Hate Crimes in California.
El reporte revela un aumento de 32% entre los años 2020 y 2021; es decir, se pasó de mil 330 a mil 763 en un año.
Entre los datos, se admite un incremento de crímenes hacia la comunidad hispana o latina; se registraron 152 en 2020 y 197 en 2021, un aumento de alrededor de 29.6%.
No Place For Hate in California
A raíz del aumento de los crímenes de odio, se ha impulsado la campaña No Place For Hate in California, que promueve dos propuestas de ley para evitar el acoso en espacios públicos.
Destaca la búsqueda de declarar el acoso callejero como un problema de salud pública, con la finalidad de realizar investigaciones de conducta a la población agresora.
Las propuestas son el Proyecto de Protección de los Derechos Civiles en las Empresas y el Aumento de la Seguridad para los Pasajeros del Transporte Público.
El primer proyecto busca impulsar medidas preventivas de acoso y antidiscriminatorias a consumidores; algo que actualmente no está cubierto por las leyes de derechos civiles de California.
El segundo proyecto busca la recopilación de datos de agencias de transporte para diseñar soluciones y proteger la seguridad de los pasajeros.
¿Qué son los crímenes de odio?
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, un crimen de odio se refiere a un homicidio impulsado por razones específicas como: raza, color, religión, nacionalidad, orientación sexual, el género, identidad de género o discapacidad.
A grandes rasgos, un crimen de odio se refiere al homicidio de una minoría social por motivos referentes a sus características, lo que pone en peligro a la gente solo por existir.