Parece un tema menor, pero la renovación de las garitas en la frontera entre México y Estados Unidos envía un mensaje claro desde mi punto de vista, al gobierno de Biden le interesa la frontera, la inmigración y la relación con México.
Con la promulgación de su plan de infraestructura por más de mil millones de dólares, el presidente Biden pretende dejar un legado para el futuro de EE.UU. en lo que se refiere a carreteras, puentes e incluso la conexión a internet en zonas remotas.
Pero si nos centramos en las garitas y en particular en las de Arizona, porque en California se han renovado recientemente, el plan de infraestructura destinará más de 545 millones de dólares.
Los recursos se destinarán de la siguiente manera:
- El puerto de entrada antiguo de Douglas, frontera con Agua Prieta en Sonora, recibiría 184 millones para rehabilitación
- Mientras que la nueva garita en Douglas recibirá 216 millones
- Al puerto de entrada de San Luis, Arizona, frontera con San Luis Rio Colorado, Sonora se destinarán 147 millones de dólares.
- En el caso de Texas, el plan pretende destinar 133 millones de dólares para renovar la garita de Brownsville, frontera con Matamoros, Tamaulipas.
Renovación de las garitas, insignia de Joe Biden
Todos esos proyectos de renovación o construcción serán financiados íntegramente por este plan de infraestructura, que ya se le conoce como el proyecto insignia de la presidencia de Joe Biden.
Esta modernización de los puertos de entrada hacia EE.UU. hubiera sido impensable en la administración de Trump, que se caracterizó por trabajar en contra de todo lo que beneficiara o estuviera relacionado con los inmigrantes. A pesar que los problemas en la frontera y la migración continúan siendo un problema pendiente de solución, las acciones de la administración Biden hablan por su sí solas, sobre su intención, al menos, de abordar el problema.
Aunque no solo se necesitan garitas modernas y bonitas, sino mecanismos eficientes para que los migrantes y solicitantes de asilo sean procesados en tiempo.
