El Día de Muertos es una tradición mexicana reconocida como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad desde el 2003 por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Asimismo, la ofrenda o altar de muertos son una parte esencial del Día de Muertos, ya que nuestros seres queridos difuntos pueden volver a visitarnos y disfrutar de sus bebidas y alimentos favoritos.
La ofrenda o altar de muertos son una construcción simbólica que presenta una manera de rendir tributo a los antepasados, familiares o amigos cercanos que fallecieron.
Elementos que no pueden faltar en tu ofrenda o altar de muertos
Generalmente, una ofrenda lleva siete niveles. Esto como representación de los niveles a los que se enfrenta el alma para llegar a la paz espiritual.
Sin embargo, los elementos que no pueden faltar en tu altar de muertos son:
- Agua. Cuando los difuntos hacen su viaje, el agua les quita la sed. Además simboliza pureza y las ánimas pueden asearse.
- Mantel blanco y sal. Ambos significan pureza y alegría. La sal ayuda a que el cuerpo del difunto no se dañe durante el viaje de ida y vuelta.
- Veladoras. La flama de las veladoras representa la luz, esperanza y fe. Además funciona como una guía para que los muertos encuentren su regreso a su antiguo hogar.
- Comida, bebida y pan de muerto. La comida se cocina en honor a los seres queridos. El pan de muerto representa los sacrificios humanos que se hacían en la cultura prehispánica. Y no puede faltar su bebida favorita.
- Calaveritas de azúcar. Representan los cráneos humanos.
- Cruz de ceniza e incienso/copal. El incienso se usa para limpiar las malas vibras y espíritus antes de que vuelvan nuestros seres queridos. Por su parte, la cruz sirve para que el alma llegue hasta el altar y pueda expiar sus culpas pendientes.
- Papel picado. El papel picado es una representación del aire. También le agrega un toque festivo.
- Petate. Se usa para que los muertos descansen o como mantel para poner elementos en la ofrenda.
- Flores. Por sus colores y olores servirán para adornar el lugar donde estará el ánima. La flor más utilizada es la de cempasúchil, ya que su color representa al sol que guía el alma del difunto. También puedes agregar nube o alhelí.
- Fotografía o retrato. Definitivamente, no puede faltar una fotografía de nuestro ser querido que visitará nuestra ofrenda. Algunas versiones aseguran que debe estar escondida, de forma que solamente se pueda ver con un espejo para dar a entender que el ser querido se le puede ver, pero ya no existe en el plano terrenal.
Y tú, ¿ya pusiste tu ofrenda o altar de Día de Muertos?
