Cada noche del 28 de septiembre se colocan cruces en las puertas de las casas como protección contra el diablo. Las cruces se hacen de flor de pericón y se colocan por la creencia católica de que el diablo anda suelto el 29 de septiembre.
De acuerdo con las creencias populares, la puerta del infierno queda sin vigilantes durante la madrugada del 29 de septiembre debido a que el guardián, San Miguel Arcángel, está de descanso por ser su día.
Debido a su ausencia, el diablo puede salir y hacer de las suyas. Para proteger nuestras casas y a nuestras familias del demonio, la tradición dice que debemos poner una cruz de flores de pericón en las puerta de la casa la noche del 28 de septiembre.
El pericón y el día de San Miguel Arcángel
En náhuatl se llama flor de Yauhtli, que significa niebla u obscuridad, en la actualidad la conocemos como “pericón”, nombre que deriva de “hipericón” europeo. Además, también se le conoce como hierba de San Juan por el gran parecido que tiene con esta planta.
La flor que sirve para ahuyentar al diablo se puede encontrar en abundancia en el Estado de Guerrero.
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La tradición de poner cruces de pericón es una creencia muy arraigada en varias comunidades indígenas náhuatl, presentes en distintos municipios del estado de Guerrero:
- José Joaquín de Herrera
- Zitlala
- Ahuacuotzingo
- Quechultenango
- Chilapa de Álvarez
- Tixtla
Además de Guerrero, esta es una tradición popular en varios municipios del Estado de México, como Tenancingo y Santa Ana. Ahora ya sabes cómo proteger tu casa y familia del demonio este día de San Miguel Arcángel. No olvides poner tu cruz de pericón en la puerta de tu casa o trabajo.
Con información de Cultura Guerrerense