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Los significados ocultos detrás de la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. | Imagen: Cathopic.
En este cuadro, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro aparece simbolizando el eterno cuidado de la Virgen María hacia su hijo Jesús. Texto de ACI Prensa.

La Iglesia de San Alfonso, en Roma, tiene una imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en el altar mayor. Esta imagen tiene significados ocultos que ACI Prensa te explica uno por uno. Pero antes, pon atención a la ilustración.

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Imagen: Dominio público

Los símbolos de la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

Este cuadro fue pintado por un artista desconocido en el siglo XIV o XV. Un comerciante que lo sustrajo de una iglesia en Oriente y lo llevó a Roma cerca del año 1495.

En líneas generales, esta imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro nos recuerda el cuidado de la Virgen por Jesús desde su concepción hasta su muerte. Sin embargo, el sitio web del “150 aniversario de la restauración del ícono de Nuestra Madre del Perpetuo Socorro” explica que hay significados más profundos en ella.

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En primer lugar se ve la imagen de la Virgen María. “Ella domina el cuadro… te mira directamente a ti, no a Jesús, ni al cielo, ni a los ángeles que están sobre su cabeza”, dice el sitio.

“Su mirada nos acerca a la historia, nos hace partícipes de la pintura y del dolor. Su mirada nos dice que así como Jesús corrió hacia su madre y encontró refugio, nosotros también podemos correr hacia María”.

Probablemente, la estrella de ocho puntas en la frente de la Virgen se agregó años después. Quizás, el artista representó con ella la idea oriental de que María es la estrella que nos lleva a Jesús. Además, para reforzar el simbolismo, hay una cruz ornamental de cuatro puntas a la izquierda de la estrella en su frente.

¿Qué pasa con Jesús en esta imagen?

Aparte de la Virgen María, el cuadro representa a un Niño Jesús de dos o tres años. Este niño está sentado a la mano izquierda de su madre, con sus manos apretando su mano derecha.

Según el sitio oficial, en los íconos bizantinos “María nunca se muestra sin Jesús porque Jesús es fundamental para la fe”.

“Jesús también lleva la ropa de la realeza. Sólo un emperador podía usar la túnica verde, el fajín rojo y el brocado dorado que se muestra en la imagen. Las iniciales griegas a la derecha del niño y su halo decorado con una cruz proclaman que es ‘Jesucristo’”, continúa el sitio.

También se explica que Jesús no mira al espectador, ni a la Virgen María ni a los ángeles. “Aunque se aferra a su madre, mira hacia otro lado, hacia algo que no podemos ver, algo que lo hizo correr tan rápido hacia su madre que una de sus sandalias casi se le cae, algo que lo hace aferrarse a ella para protegerse y amor”, explica el sitio.

Ese algo del que huye Jesús es su destino: el sufrimiento y la muerte que sufrirá. Y es que, aunque es Dios, también es humano y le teme a ese futuro. Por eso corrió hacia su madre, que lo abraza en este momento de pánico.

Pero la Virgen María está con Él no sólo en ese momento: permanece a su lado a lo largo de su vida y muerte. No puede evitarle el sufrimiento, pero sí puede amarlo y consolarlo.

A ambos lados de Jesús y María están los arcángeles Miguel y Gabriel, portando los instrumentos de la Pasión. En caracteres griegos se agregan los nombres abreviados de las cuatro figuras.

A la izquierda, Miguel sostiene una urna llena de la hiel que los soldados le ofrecieron a Jesús en la cruz, la lanza que le atravesó el costado y la caña con la esponja. A la derecha, Gabriel lleva la cruz y cuatro clavos.

Texto de ACI Prensa

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