Los poderes notariales o mandatos son documentos públicos para permitir a una persona física o moral designar a otra como su representante para que en su nombre haga ciertos trámites. Se requiere de la autorización por parte de un notario público.
En México existen cuatro tipos de poderes notales, los cuales varían según el asunto a tratar. Se pueden dar para pleitos y cobranzas, actos de administración y actos de dominio. También están los poderes especiales.
1. Poder General para Pleitos y Cobranzas
Este poder se usa para la representación en juicios y para hacer toda clase de gestiones de cobros. No deben implicar el ejercicio de actos de dominio o de administración. Además de atender controversias a nombre de la persona que da el poder.
2. Poder General para Actos de Administración
Se le da al apoderado para administrar bienes e intereses del que firma. Asimismo, tiene todo tipo de facultades administrativas, es decir, bienes o intereses.
3. Poder General para Actos de Dominio
Este tipo de poder notarial es para comprar, hipotecar, vender o donar bienes de la persona que lo otorga.
4. Poder General o Específico
Estos poderes notariales se usan para que alguien más te represente en uno o más asuntos específicos. Como mandante es tu obligación dar detalles sobre el asunto y dicho poder terminará al concluir la misión.
Cabe destacar que este es un poder amplio, el cual incluye el uso y dominio de propiedades por parte del representante a quien se le haya dado.
Asimismo, los apoderados podrán hacer cualquier tipo de trámite fiscal. Incluyendo los actos de administración, de dominio o para pleitos y cobranzas.