Minimizar los problemas nunca los soluciona, y eso pareciera que no le queda claro a los funcionarios del gobierno mexicano. Prometer no empobrece, dar es lo que aniquila, diría mi madre. Y eso mismo es lo que está pasando en estos momentos con los servicios básicos y urgentes que ofrecen los Consulados de México en Estados Unidos y Canadá. Los malos tratos y el servicio deficiente no son una historia nueva; sin embargo, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador prometió que acabaría con la corrupción y todo se resolvería… pero nada.
Mexitel, nueva empresa, mismos problemas
En febrero, la SRE anunció que la empresa Bufete Empresarial GTI SA de CV ganó la licitación para operar el sistema de atención telefónica y citas para los servicios que ofrecen los consulados mexicanos en Estados Unidos. En ese momento se justificó que la empresa tenía “más de 29 años de experiencia” en este tipo de centros de atención. Sin embargo, a pocos días, el sistema de Mexitel volvió a fallar.
En marzo, en una entrevista exclusiva con Conexión Migrante, la embajadora Carolina Zaragoza ya había anunciado este cambio de servidor. Dijo que la idea era duplicar la capacidad de este sistema de citas. En un comunicado de prensa el viernes pasado, la SRE informó que de enero a mayo de este año se otorgaron 4 millones 695 mil 794 citas, y solo en mayo se rompió el récord de más pasaportes expedidos en un mes.
Y pues sí, las cifras alegres del gobierno mexicano no resuelven los problemas que tienen los paisanos. Hay personas en Estados Unidos que tienen más de seis meses buscando una cita en su consulado, sin recibir respuesta. Para poner la cereza en el pastel, ahora para hacer cualquier trámite consular se le está solicitando a los mexicanos su CURP. ¿Y si alguno no la tiene?
El argumento es que con pedir la Clave Única de Registro Poblacional se evitará que haya personas que cobren por obtener una cita en los consulados. Esto sin siquiera considerar que si las cosas funcionaran bien, si Mexitel fuera eficaz y los funcionarios en los consulados también, entonces no se necesitaría que nadie vendiera citas.
Pareciera que los funcionarios de la SRE no saben que cuando hablamos de migrantes indocumentados, no es solo que no tengan documentos en Estados Unidos, sino que muchos de ellos no cuentan con identificaciones mínimas.
Al aumentar los requisitos para pedir citas, la SRE quiere evitar que los gestores que venden sus servicios sigan haciendo negocio. Está bien, pero el problema de raíz no está resuelto. Mientras la burocracia decide, hay miles de migrantes que requieren servicios, atención y documentos para sobrevivir. Ojalá eso no se les olvide.
