Desde el mes de febrero, varios migrantes de Centroamérica y México permanecen en un campamento temporal en El Chaparral, Tijuana. Este campamento está en condiciones insalubres y poco adecuadas para los niños y las familias que duermen en él. Aun así, las autoridades locales y de Baja California se han negado a dialogar para solucionar este problema.
Los migrantes que se encuentran en El Chaparral formaron un campamento llamado “La Esperanza”. Todos ellos empezaron a llegar a Tijuana el 18 de febrero con la ilusión de poder solicitar asilo en Estados Unidos.
Sin embargo, el gobierno de USA los ha deportado bajo la prohibición de “entradas no esenciales” por la pandemia. Es por eso que, ahora, más de 1500 personas permanecen en esta parte de la frontera esperando que en algún momento les digan cuándo podrán solicitar protección.
Debido a las malas condiciones del campamento, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) pidió al gobierno de Baja California y a otras instituciones tomar las medidas necesarias para proteger a estas personas migrantes.
Esto ocurrió el 20 de marzo. Desde entonces, sólo la Secretaría de Salud del estado se ha acercado a los migrantes de El Chaparral. Ninguna otra institución se ha presentado para atender las necesidades de las personas en el campamento.
Autoridades amenazaron con despojar a migrantes de El Chaparral
A pesar de la solicitud de la CNDH, las autoridades de Baja California se presentaron en el campamento de El Chaparral el 29 de marzo únicamente para lanzar una amenaza de despojo.
Sin embargo, después de hablar con las personas del campamento, prometieron regresar al día siguiente para explicar cómo se podría entablar una mesa de diálogo y solucionar las necesidades de las personas. Hasta la fecha esto no ha sucedido.
Apenas el pasado 7 de abril, las autoridades volvieron a presentarse para instalar unos baños portátiles. Los migrantes aprovecharon esta ocasión para solicitar un nuevo diálogo.
La dirección de Normatividad, Gestión y Atención al Migrante de la Subsecretaría de Asuntos Migratorios de Baja California dijo que les avisarían “en 5 minutos” cuándo se realizaría esta conversación. Sin embargo, tampoco cumplieron su palabra en esta ocasión.
Así es la situación en el campamento
La mayoría de las personas en el campamento de El Chaparral son las familias migrantes completas. También hay mujeres, niñas, niños y adolescentes que están expuestos a violencia física, psicológica y sexual. A esto se suman los riesgos de salud por la pandemia.
Estos migrantes provienen de diferentes partes de Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Cuba, Haití y México. Ante la ausencia de las autoridades, estas personas se han organizado entre ellas para cubrir sus necesidades con la ayuda de organizaciones de la sociedad civil y grupos religiosos.
Así, iniciaron la “Escuelita El Chaparral” para los niños migrantes. También se han turnado para cocinar y repartir comida entre todos, así como para vigilar y limpiar el campamento de manera voluntaria.
De acuerdo con un comunicado firmado por varias organizaciones, estas circunstancias exponen la discriminación, la exclusión y la negación de los derechos de las personas migrantes no sólo en Tijuana, sino en varias partes de México y USA.
Por eso, llaman a las autoridades de Baja California a cumplir su promesa y entablar un diálogo con los migrantes en El Chaparral. Sólo de esta forma podrán conocer las necesidades de las personas migrantes y ayudarlas a subsistir en un contexto que las vulnera de diferentes maneras.
