Hace 10 días se dio la noticia sobre la muerte de una joven indocumentada de 18 años de edad, Aisha Nava Mireles, cuya madre exige que se esclarezcan los hechos sobre su muerte. Dado que su cuerpo se encontró bajo un puente en la ciudad de Compton.
“La policía me quiso manejar que había sido un suicidio, pero mi hija no sufría depresión. Ella y yo manteníamos una relación muy cercana. Lo habría sabido. A mi hija, la secuestraron y la tiraron del puente”, comentó Natalie Mireles García, mamá de la víctima.
Aisha había terminado su educación secundaria, su meta era ser terapista para niños con necesidades especiales. Ella vivía en Hawaiian Gardens en Los Ángeles con su familia. La cual está compuesta su madre y sus hermanas pequeñas de 8 y años.
Ella nació en Ecatepec de Morelos en el Estado de México. Justo en el 2010 decidió cruzar con la ayuda de una desconocida, su madre ya la esperaba del otro lado. Sus hermanas nacieron en los estados unidos. Tanto ella como su madre se caracterizaron por ser mujeres trabajadores que buscaban mejores condiciones de vida.
“El domingo 28 de marzo, las cuatro – mis hijas y yo – fuimos al cine. Regresamos a la casa como a las 4 de la tarde. Nos pusimos a ver la televisión, alrededor de las 5 de la tarde, Aisha me pidió permiso para ir a ver a su amiga Antonia, que vive como a tres cuadras. Le dije que sí, pero que no llegara tarde. Ella sabía que yo entraba a trabajar a las 3 de la mañana y que tenía que cuidar a sus hermanitas”.
La madre de la víctima relata que su hija rara vez salía fuera. Nunca llegó a casa después e las 8 pm de la noche
“Cuando a esa hora no apareció, le mandé un texto y como no contestó, le marqué, pero el teléfono sonaba como si estuviera descargado. Se me hizo muy raro porque tenía un cargador portátil”.
Después de que no pudo localizarla, contactó por llamada a su amiga, Antonia, con quién se suponía iría.
“Le expliqué que no me estaba contestando, que si me podía pasar con ella y me dijo que estaba en el baño; y le dije, la espero. No porque se va a tardar, me respondió. No importa, la espero, le volví a contestar”.
Luego de la insistencia de la madre, Antonia confesó que ya no estaba en su casa, indicó que si la visitó pero se fue después. No supo responder si se fue con alguien. Tras estas malas noticias, Natalie, la madre, trató de contactar a otras amigas. Ninguna tenía información sobre el paradero de su hija.
“No dormí en toda la noche. A las 4 de la mañana, fui a la fábrica donde trabajo, para avisar que no iba a poder ir porque andaba buscando a mi hija”.
En la madrugada a las 6:00 am, Natalia volvió a llamar a Antonia
“Ella me dijo entonces, que Aisha nunca había llegado a verla. ¿Cuándo le pregunté por qué me había dicho que estaba en el baño y que estuvo ahí? Me respondió que nomás por qué si”.
La pesadilla de Natalia apenas comenzaba
El 29 de marzo a las 7 a.m. Natalia aviso a las autoridades del Departamento de Policía en la ciudad de Lakewood, Los Ángeles que su hija estaba desaparecida “Ellos no se mostraron muy dispuestos a buscarla porque dijeron que ya tenía 18 años”.
Luego de unas horas a eso de las 11:30 a.m unos policías tocaron a la puerta. Una triste y lamentable noticia había llegado a su hogar. El cuerpo de su hija lo encontraron sin vida bajo un puente en Compton a la altura de Somerset Bulevar, a un lado del Long Beach Freeway.
“Lo único que me dijeron es que se había aventado del puente y dejaron entrever que podía ser un suicidio. Yo le dije que eso no era posible. En las fotos que me mostraron, pude ver que mi hija tenía la cara golpeada, pero me dijeron que era por la caída”.
Tras esta triste interpretación de los hechos, la madre de Aisha confiesa sentir inseguridad por la información que le brindó la policía y no descarta que haya negligencia en el caso.
“Cuatro días después de su muerte, me armé de valor y fui al lugar donde cayó mi hija. Para mi sorpresa, entre los manchones de sangre, me encontré un diente de ella y uno de los cristales de sus anteojos, lo que me da a entender que no están investigando bien el caso porque esos son elementos claves para la investigación”.
Las autoridades señalaron que no hay un reporte de la causa de muerte de la joven indcumentada. Asimismo, le dijeron a la madre que los resultados de la autopsia tomarán de 9 a 12 meses.
Debido a esto, Natalia sospecha que su hija pudo haber sido secuestrada, golpeada y lanzada del puente.
“Compton queda a 30 minutos de donde vivimos. Ella no pudo irse sola. Alguien se la tuvo que llevar. También le avisé a la policía, que esa tarde la vieron con tres muchachas y un muchacho; y les he pasado otra información que yo he recabado preguntando aquí y allá, pero ellos no me informan nada ni he podido tener acceso a los videos del puente”, indicó desesperada.
La joven indocumentada merece justicia
Aisha, de acuerdo con su madre, era a persona tranquila y estudiosa “Me ayudaba mucho. Ella era quien se encarga de que sus hermanitas se conectaran a sus clases en línea y las ayudaba con sus tareas. Nunca me pedía nada. Yo siempre le preguntaba si necesitaba algo”.
Además, la joven víctima tampoco tenía novio “Nunca había faltado a la casa o llegado tarde”.
Finalmente, esta situación ha hecho que Natalie se sienta agotada y sin fuerzas, incapaz de poder sobrellevar su duelo por no comprender como las cosas terminaron así
“Yo soy una mujer sola, sin familia en este país. No hablo bien inglés. Siento que la policía no está haciendo nada para investigar la muerte de mi hija”.
Luego de que sucediera todo esto. La madre solicitó una visa humanitaria para ella y su madre, de manera que ésta pudiera irse a vivir y la apoyara con el cuidado de las hermanas de Aisha, mientras procesa el luto.
“En el Consulado de México me dijeron que no me la pueden otorgar porque mi mamá no es familiar directo de Aisha. ¿Pero qué vínculo más directo puede ser el de una madre y una abuela heridas por el asesinato de una hija y una nieta?”, interrogó.
De acuerdo con el testimonio que brindó al medio La Opinión, Natalie solicitó a las autoridades que investiguen y esclarezcan los hechos respecto a la muerte de la joven indocumentada.
“Hacemos un llamado al sheriff Alex Villanueva, al alcalde de los Ángeles, Erick Garcetti, a la cónsul de México en Los Ángeles, Marcela Celorio Mancera, y al gobernador de California, Gavin Newsom para que se aclare la muerte de mi hija”.
