El pasado miércoles, el Concejo de Chicago cumplió la promesa de la alcaldesa Lori Lightfood de eliminar la cooperación de la policía local con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para detener a los migrantes indocumentados.
Cabe destacar que el Concejo tuvo un voto mayoritario de los concejales hispanos, menos dos que votaron en contra. Por lo que con una votación de 41 a 8 se eliminaron las excepciones que permitían a la Policía de Chicago asistir a agencias como ICE en su labor de detectar y arrestar migrantes.
Esta acción era una promesa de campaña de Lightfood hacia los hispanos. Ellos son una tercera parte de la población de 2.5 millones de la ciudad. Esta promesa la hizo hace dos años cuando estaba en busca de que la eligieran.
Asimismo, la Ordenanza Santuario, también conocida como Welcoming City, anuló cualquier ayuda a las fuerzas del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para localizar migrantes en la base de datos de la Policía de Chicago. Además, ya no se podrá informar si un indocumentado está en corte ni tampoco ayudar a ICE cuando tenga una orden de arresto contra los migrantes.
Los concejales hispanos que votaron para eliminar las excepciones celebraron ganar la batalla para proteger a los migrantes residentes en Chicago.
“Vamos a poder decir que, en la ciudad de Chicago, los agentes del ICE y la policía local no pueden trabajar juntos en ningún caso, sin excepciones, para deportar a los residentes”, dijo el concejal Carlos Ramírez-Rosa, del Distrito 35 del norte de la ciudad.
Finalmente, Chicago quiere ser “más amigable con los migrantes”. Por lo que invitó a los indocumentados a llamar al 911, ya que la policía no los puede entregar a ICE.
Con información de EFE.