Desde la madrugada del domingo, los bomberos luchan por contener el incendio Glass al norte de California. Este incendio se suma a los 8 mil 135 fuegos que azotan al estado desde el mes de agosto. Con más de 1 millón 500 mil hectáreas consumidas por las llamas, esta temporada de incendios se ha convertido en la más destructiva en la historia de California.
El incendio Glass se localiza entre los condados de Napa y de Sonoma, a 120 kilómetros de San Francisco. Este fuego es resultado de la fusión de dos incendios separados: el incendio Shady y el incendio Boysen.
Hasta ahora, las llamas de Glass han devorado 36 mil acres de terreno. Debido a su magnitud, los bomberos no han podido contenerlo.
Mientras tanto, el gobierno ya evacuó a cerca de 70 mil personas de ambos condados. Se espera que al menos 8 mil 500 viviendas sean devoradas por las llamas.
Un nuevo incendio se desató ayer en el Valle de Napa, en California. Reuters informa que se extendió a lo largo de más de 800 hectáreas.
El incendio, apodado “Glass Fire” requirió la evacuación de casi 600 hogares y la alerta inminente de desalojo para 1400 viviendas. pic.twitter.com/LCapYifcsk
— AJ+Español (@ajplusespanol) September 28, 2020
Incendio Glass arrasa con viñedos y hogares
Los condados de Napa y Sonoma son conocidos a nivel mundial por sus viñedos. Sin embargo, el incendio Glass ha terminado con grandes extensiones de estas tierras de cultivo. Incluso, el famoso viñedo Castello Di Amorosa quedó severamente afectado por las llamas.
Esta zona vinícola ya había sido afectada por otro incendio en 2017. En ese año, cerca de 20 personas perdieron la vida.
‘The wine was destroyed’: Parts of famed Castello di Amorosa Winery destroyed in Glass Fire https://t.co/5VMEH51nyB pic.twitter.com/tbYPtQX9WQ
— hypervocal (@hypervocal) September 29, 2020
Aunque ahora las evacuaciones han salvado a miles de personas, cientos de terrenos han quedado en ruinas. Donde antes había hogares, ahora sólo quedan escombros irreconocibles.
Una de las zonas más afectadas es la comunidad de Santa Rosa, en Sonoma. En esta ciudad, varias residencias quedaron reducidas a cenizas tras el paso del incendio Glass.
También en Santa Helena, en Napa, miles de personas tuvieron que desalojar sus hogares. En dicho condado, el hospital Adventist Health Santa Helena tuvo que ser evacuado. Es la segunda vez en el año que este edificio tiene que vaciarse debido a la amenaza del fuego.
Entre las estructuras dañadas en esta zona se encuentra una escuela que inició clases hace apenas dos semanas.
Entre las llamas y la pandemia
Aunque más de 18 mil bomberos siguen luchando por apagar las llamas en California, los fuertes vientos y las olas de calor complican su trabajo.
A esto se suma la emergencia sanitaria desatada por el Covid-19, la cual ha hecho que los centros de evacuaciones no puedan recibir a todas las personas que necesitan un refugio. Como consecuencia, decenas de familias han tenido que quedarse en sus vehículos mientras la situación se controla.
Por otra parte, los expertos temen que la situación empeore. Esto se debe a que, normalmente, la temporada fuerte de incendios en California es entre los meses de octubre y noviembre. Por lo tanto, se espera que estas fechas traigan incendios aún peores de los que ya arrasan al estado.
Hasta el momento, 5 de los incendios reportados hasta ahora ya forman parte de los 10 fuegos más catastróficos en la historia de California.
Con información de CNN, La Vanguardia y Telemundo.