Dos niños migrantes de Guatemala que murieron bajo custodia de la Patrulla Fronteriza en 2018 podrían haberse salvado si los agentes hubieran tomado medidas adecuadas.
Lo anterior de acuerdo a las cartas de una pediatra y profesora de la Facultad de Medicina de Harvard presentadas al Congreso.
Felipe Gómez Alonzo, de 8 años, y Jakelin Caal, de 7, murieron de gripe y de una infección grave poco después de cruzar a EEUU con sus padres.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) aseguró que los lugares poco accesibles a los que llegaban los niños complicaban su atención médica.
Pero las cartas escritas por Fiona Danaher, pediatra del Hospital General de Massachusetts, indican que se podría haber hecho más para salvar sus vidas.
Danaher revisó las declaraciones de los testigos y los informes de las autopsias de Gómez Alonzo y Caal.
“Sus médicos pasaron por alto importantes pistas sobre la gravedad de su enfermedad y les recetaron el medicamento equivocado”, dijo Danaher al escribir al padre de Gómez Alonzo.
“Lamentablemente, los agentes de la Patrulla Fronteriza no realizaron suficientes exámenes para identificar su enfermedad antes de que el primer autobús partiera hacia la estación de la Patrulla Fronteriza”, escribió Danaher al padre de Jakelin Caal.
Danaher testificó en una audiencia del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes el miércoles sobre la atención médica de los niños. Le dijo a ambos padres que lo que le pasó a sus hijos no fue su culpa.
“Los sistemas de aplicación de la ley que deberían haberla protegido, fallaron“, señaló Danaher al padre de Caal en su carta.
Con información de NBC News.
