Lo más lógico sería que el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, convenciera al Presidente de la República de que estamos en una severa crisis económica, que la crisis no inicio con de Covid-19 sino que solo se profundizó y que es importante cambiar el manejo económico para dar confianza la inversión y abrir la posibilidad de una recuperación.
La realidad, que ahora también se niega a ver el Secretario de Hacienda indica todo lo contrario.
Ya casi hay consenso en el sentido de que la economía mexicana caerá este año alrededor del 8.5%.
Lo empleos se pierden a mayor velocidad de lo que se había calculado.
Aunque las cifras a mayo se darán apenas esta semana, se calcula que entre 750 mil y un millón de trabajadores inscritos en el IMSS habrán perdido ya su trabajo.
La encuesta telefónica del INEGI, la ETOE, porque es telefónica, revela que ya hay 12 millones de personas desocupadas.
Tanto en los sectores formal como informal y no saben si volverán a sus puestos de trabajo o si seguirán con sus actividades en la economía informal.
El Consejo Mexicano de Comercio Exterior estima que, aun con el arranque del TMEC el primero de julio, las exportaciones de la región sufrirán una caída de entre 20 y 40%.
Las exportaciones de vehículos cayeron 90.2% y según la CEPAL, en todo el año la caída será de 11.6%.
Todos los indicadores dicen con claridad que hay una crisis económica profunda con graves afectaciones al empleo y al ingreso de personas y familias.
Este es ya, un año perdido en el que millones de mexicanos caerán en la pobreza.
¿Qué se hace para enfrentar la crisis económica?
La pregunta es si hoy estamos haciendo algo para prever que en 2021 la economía empiece a recuperar.
La respuesta tiene que ser no, por el sencillo hecho de que la conducción económica mantiene su mismo rumbo.
Profundiza las mismas medidas que nos trajeron a la crisis desde 2019 y no se ve ninguna intención de hacer las cosas de manera diferente.
La economía no se cae o se recupera por el solo paso del tiempo.
Las decisiones del gobierno, las políticas fiscal y monetaria, entre otros factores, determinan hacia donde se va la economía.
El gobierno debe crear el clima propicio para que la economía crezca, se generen empleos, aumente el ingreso de la población en general.
Y cuando vemos que se hace a un lado a la inversión privada, que se ejerce el gasto con criterios de una sola persona y sin tener como objetivo que la economía crezca, cuando se hacen a un lado las energías alternativas y se someten las inversiones privadas a votaciones populares, cuando se ignoran las señales de las calificadoras y cuando se niegan a ver la caída es claro que la economía se continuará deteriorando.
En 2021 no hay posibilidades de una reactivación económica y lo más probable es que la caída se prolongue hasta que no haya un cambio.
Hasta el próximo lunes y mientras, sígame en mi página de FB Perspectivas de Luis Enrique Mercado y en twitter @jerezano52.