Anahí Jasquez Estrada es el nombre de una joven migrante que podría ser deportada a pesar de que está en proceso de convertirse en residente permanente de los Estados Unidos.
Anahí Estrada podría estar a punto de ser deportada a México un país que apenas conoce, tiene una pequeña hija de 8 años y un esposo ambos de nacionalidad estadounidense, ella ha vivido prácticamente toda su vida en Estados Unidos.
Sin embargo, Anahí ha pasado el último año y medio en un centro de detención de Inmigración y Control de Aduana (ICE) en Aurora, Colorado.
Anahí Estrada llegó a los Estados Unidos cuando tan solo tenía 3 años y creció en el pequeño pueblo de Wiggins, en Colorado, donde fue ella cuenta que fue presidenta de su clase en secundaria y se desempeñó en varios deportes, graduándose con honores.
“Sé que mi historia [es] tal vez una de un millón de historias sobre inmigración, pero rezo para que mucha gente la lea”, dijo Ahahí Estrada.
Por lo que La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), entrevistó a Anahí con la esperanza de que su historia llegará al Departamento de Seguridad Nacional y así frenar su deportación.
Cabe mencionar que Anahi Estrada tiene una petición de residencia aprobada basada en su matrimonio con un ciudadano estadounidense y ha presentado una solicitud de ajuste de estatus y de esa manera es como ella estaba a punto de recibir su tarjeta de residencia.
De acuerdo con ACLU, la situación de Anahí es irónica ya que por un lado DHS está procesando su solicitud de tarjeta verde y por otro se está luchando en la corte para deportarla antes de que su solicitud sea aprobada.
“Estoy realmente asustada de ser deportada antes de que se apruebe mi tarjeta verde. Con eso dejaré a mi bebé atrás. La única diferencia de ella para mí es que está creciendo sin su madre “, mencionó Anahí.
Debido a esta lamentable situación por la que se encuentra Anahí, su hija de nombre Yasailie, ha sido diagnosticada con depresión y trastorno bipolar límite.
Anahi describe su situación en una carta del 14 de agosto a la ACLU:
“¡482 días de lágrimas, miedo, estrés y encierro!”
Cabe decir que, Anahí Estrada es beneficiaria del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) desde el 2015, sin embargo, en 2018 todo cambió cuando se declaró culpable de un delito menor de fraude de seguros, razón por la que perdió DACA.
Aunque Anahí nunca cumplió una condena, recibió una sentencia diferida, por lo que perdió la protección que el estado de DACA le ofrecía, y en 2018 ICE la detuvo en un proceso de deportación a pesar de haber vivido durante 24 años en Estados Unidos.
“ICE inicialmente la liberó con un bono de 5 mil dólares para esperar el resultado de su caso, pero su terrible experiencia apenas estaba comenzando” dice ACLU.
Luego de que ICE le pidiera regresar por una supuesta revisión de papeles, cuando Anahí llegó a la oficina la esposaron y se la llevaron.
La detención de Anahí en Aurora continuaría durante meses en un sitio donde la ACLU de Colorado ha documentado negligencia médica y abuso .
“Enfrentamos muchos desafíos aquí, que incluyen visitas sin contacto con nuestra familia, falta de productos de higiene, mala atención médica y mala nutrición. A veces no lavamos nuestras mantas hasta 2 meses más o menos … A veces, no tenemos papel higiénico, toallas femeninas o toallas de papel para nuestro dormitorio ” dijo ACLU.
“Anahi me dijo que después de un brote de enfermedad infecciosa en Aurora, el personal médico extrajo sangre de mujeres detenidas en el área abierta del dormitorio.
Reutilizaron las mismas almohadillas de examen para cada mujer, incluso “después de que la sangre de [otros] detenidos goteara sobre ella”.
“Esta ha sido mi pesadilla durante 482 días y seguimos contando. Mantenerme alejado físicamente de mi hija [,] ni siquiera poder abrazarla también es muy atormentador; que es algo que sienten muchas madres en este establecimiento “, expresó Anahí Estrada.
Por otro lado, el pasado miércoles 16 de octubre del presente año, el Tribunal de Apelaciones del Décimo Circuito anuló una suspnsion de la deportación que el abogado de Anahí había ganado, por lo que ahora ICE puede deportarla, a pesar de su continua lucha legal.
Desafortunadamente, ICE se niega a liberarla a menos que ella consienta su propia deportación, “las leyes y políticas que rigen el caso de Anahi son ilógicas, injustas e inhumanas”, dijo ACLU.
Con información de ACLU