El Gobierno de México anunció la creación de un pacto entre comunidades indígenas y autoridades de los Altos de Chiapas, que busca evitar la violencia que existe en el estado que ha originado el desplazamiento forzado de miles de personas.
El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de Gobernación, Alejandro Encinas, recordó que en esta región de Chiapas se han producido 34 homicidios en los últimos meses, por lo que se hizo un pacto de no agresión entre autoridades de gobierno y rurales.
El pacto de no agresión que hoy se suscribe marca el inicio de una nueva etapa por la paz y la reconciliación entre los municipios de Aldama y Chenalhó. Chiapas.
Un evento histórico que da muestra de que cuando hay inteligencia, sabiduría y voluntad, se llega al entendimiento. pic.twitter.com/gBj7T3cDXF— Alejandro Encinas (@A_Encinas_R) 4 de junio de 2019
Esta zona de Chiapas padece un fuerte conflicto agrario que llevó a inicios de año al desplazamiento de miles de indígenas tzotziles.
Acompañado del presidente Andrés Manuel López Obrador, Encinas aseguró que este acuerdo pueda “pacificar” la zona y además sea replicable en otros puntos del país.
Esta zona de Chiapas padece un fuerte conflicto agrario que llevó a inicios de año al desplazamiento de miles de indígenas tzotziles.
El conflicto agrario entre los municipios de Aldama y Chenalhó, ambos habitados por comunidades tzotziles, ha originado enfrentamientos desde hace casi 40 años por la propiedad de 363 hectáreas de tierras fértiles.
Miles de indígenas originarios de estas comunidades se vieron obligados a salir del estado desde finales del año 2017 por la violencia desatada a raíz de dicho conflicto agrario.
Encinas anunció también la liberación de un grupo de personas del poblado de Salazar, en Estado de México, que consideró “presos políticos” porque fueron apresados para defender sus tierras.
Detalló que se están revisando 538 casos de personas presas que podrían ser liberadas.