Como a todos los primeros mandatarios, al presidente Andrés Manuel López Obrador le tundieron por la tasa de desempleo.
La crítica fue porque en el primer trimestre de este año el “desempleo” en México llegó a 3.5%, 0.2 décimas arriba del mismo periodo del año pasado.
La verdad es que la cifra es casi algo imaginario; no es verdad que sólo 3 o 4 mexicanos en edad de trabajar están en el desempleo.
La verdad-verdad es que desde los tiempos de Moctezuma Ilhuicamina, hasta la fecha, en México nunca se han creado los empleos suficientes.
Alguna vez el presidente Miguel de la Madrid dijo que faltaba crear un millón de empleos al año; fue una frase política, propia de un Primer Mandatario, porque en ese momento que De la Madrid la dijo, se necesitaban crear poco más de un millón y medio de empleos al año.
O sea, que si con Andrés Manuel López Obrador el desempleo es de 3.5% y con Peña Nieto fue de 3.3 y con Felipe Calderón fue 4.5% en realidad ni significa nada.
Hay dos datos que sí son preocupantes y que, cuando menos uno de ellos, no es culpa de López Obrador:
El problema de México es el hecho de que 28 de cada cien trabajadores ocupados, lo hagan en la informalidad; y peor aún, que 57 de cada cien mexicanos en edad de trabajar, estén en la informalidad.
Esos son las cifras reales en materia de desempleo y siempre, desde hace décadas han andado por ahí.
Donde sí la forma de gobernar de Andrés Manuel López Obrador tiene responsabilidad es en la creación de empleos formales, según los datos de trabajadores inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
En los primeros tres meses de este año se registraron en el IMSS 269mil 143 trabajadores, el menor número desde 2014 cuando se inscribieron en el Seguro Social 256 mil 264 trabajadores.
El mismo periodo del año pasado se inscribieron en el IMSS 368 mil 542 trabajadores y en 2017 habían sido 377 mil 694.
Esas cifras de generación de empleos formales, todas, nos dicen que no se generan los empleos que necesita México para que todos sus jóvenes tengan oportunidad de trabajar en la formalidad.
Es decir, se están creando menos empleos formales debido a la desaceleración económica que sí es fruto de la forma como gobierna López Obrador.
El desempleo en México es un viejo padecimiento que ningún gobierno ha podido resolver y que es mucho más grave si consideramos que los 8 o 10 millones de mexicanos que se han ido a buscar trabajado en Estados Unidos debieran ser considerados como desempleados en México.
Si esa cifra la sumáramos acá, sería en verdad escalofriante: la economía mexicana nunca ha generado los suficientes empleos, porque siempre ha sido una economía con crecimiento raquítico.
Así que AMLO no tiene responsabilidad en esa entelequia del 3.5% de desempleo; pero sí la tiene, en la baja generación de empleos formales que ya se vivió en el primer trimestre del año.
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