La Patrulla Fronteriza (CBP) comenzó a tomar las huellas digitales e identificación del iris ocular a los migrantes menores de 14 años para detectar posibles casos de explotación infantil y establecer con más fiabilidad el parentesco o tutela legal de los padres y los menores.
“Se toman medidas para detectar la trata de personas, establecer la identidad del menor y establecer que el adulto que lo acompaña es en verdad su padre o tutor legal”, señaló la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) a la agencia Efe.
La agencia federal indicó que han detectado casos de menores utilizados por adultos con los que no tenían ninguna relación para ingresar sin papeles al país, pues los niños son liberados en Estados Unidos.
De acuerdo con las cifras de la agencia federal, entre octubre y marzo de 2018, se identificaron a mas de 2 mil 700 personas en la frontera con México que de manera fraudulenta afirmaban ser parte de una unidad familiar. Esto incluye a adultos que aseguraban ser menores de 18 años y viajar “con sus padres”, sin embargo, no eran menores y no tenían ninguna relación familiar.
La CBP aseguró que estas tácticas han llevado a la Patrulla Fronteriza a utilizar medios adicionales, además de las fotografías, para combatir todas las formas de trata de personas y proteger a los niños.
La Patrulla Fronteriza en los sectores del Valle del Río Grande (Texas) y Yuma (Arizona) en ese sentido ya comenzó a recopilar datos biométricos de menores de 14 años, lo cual incluye: huellas digitales, fotografías y cuando es posible la identificación del iris ocular, información que luego se compara con las bases de datos nacionales e internacionales.
Según la agencia federal, dijo que por el momento no se han implementado pruebas genéticas de ADN, las medidas se aplican según cada caso y si es que existen sospechas de que el menor pueda ser una víctima de la trata de personas o de que adulto que lo acompaña reclama de forma fraudulenta que es el padre o tutor del menor.
Con información del Colegio de la Frontera Norte.