Una tormenta invernal que paralizó partes de Colorado y Wyoming con intensas nevadas azotó el jueves el centro de Estados Unidos, llevando condiciones de nevisca al occidente de Nebraska y arrojando aguaceros que forzaron evacuaciones en comunidades más al este.
Equipos de emergencias tuvieron que acudir al sitio donde un vehículo fue arrastrado por las aguas en Norfolk, Nebraska, y una crecida en el río Elkhorn River forzó a evacuar el este de la ciudad de 24.000 habitantes. Había una persona desaparecida.
En Dakota del Sur, el gobernador decretó el cierre de todas las oficinas estatales el jueves al llegar la nevada, al tiempo que fuertes vientos, neviscas y caminos llenos de nieve dificultaron los viajes en el oeste de Nebraska.
Fuertes aguaceros causaron inundaciones en partes del oriente de ambos estados, además de en Iowa. Varias ciudades y pueblos en la región han sido azotados por lluvias esta semana, con récords el miércoles en Sioux Falls, Dakota del Sur, y Sioux City, Iowa. Las inundaciones obligaron a las autoridades a evacuaciones en ambos estados, donde no se reportaron heridos.
“Tenemos mucha agua y tiene que salir por alguna parte”, dijo Tracy West, alcaldesa de Lennox, Dakota del Sur, donde se les pidió a los 2.400 residentes que conservasen agua para no abrumar el sistema de aguas residuales.
Peter Rogers, del Servicio Nacional de Meteorología, dijo que es muy probable que las inundaciones persistan hasta el fin de semana, debido a que la profunda congelación del suelo estaba previniendo que la nieve derretida se filtrase.
La enorme tormenta azotó Colorado el miércoles, causando apagones, obligando a cancelar centenares de vuelos y causando caos en las carreteras por la abundante nieve. Una ráfaga de viento registró 156 kilómetros por hora (97 millas por hora) en Colorado Springs.
Xcel Energy dijo que les había restaurado la electricidad a unos 360.000 clientes, pero que miles seguían sin servicio. Algunos pudieran seguir a oscuras el fin de semana.
En el Texas Panhandle, un trabajador de una empresa de servicios públicos murió cuando trabajaba en la restauración de electricidad en medio de fuertes vientos.
Las ráfagas en el área rebasaron 128 km/h (80 mph). Y en Nuevo México, 36 mineros en un depósito de desechos nucleares se vieron atrapados bajo tierra durante tres horas en un ascensor debido a un apagón causado por las condiciones del tiempo.