Un total de 7 mil 13 migrantes hondureños abandonaron su intención de llegar a Estados Unidos y decidieron regresar a su país de forma voluntaria, detalló el Instituto Nacional de Migración de Honduras.
De acuerdo con el organismo, dentro de este grupo 3 mil 933 son adultos y 3 mil 80 son menores de edad (entre los cuales 504 viajaban solos).
Además, el documento especifica que 5 mil 559 personas regresaron en autobuses procedentes de México y Guatemala, los mil 454 restantes lo hicieron en avión desde esos mismos países.
Por otro lado, las autoridades hondureñas negaron la salida a 716 nacionales, 326 de ellos menores, por tener “impedimentos de salida por falta de requisitos”, indicó el Instituto Nacional de Migración.
Los que retornan, según autoridades hondureñas, reciben asistencia de un equipo interinstitucional que les facilita alimentación, revisión médica y transporte a sus comunidades de origen, entre otros servicios.
La primera caravana de migrantes partió el 13 de octubre de San Pedro Sula (norte del país) con dirección a Estados Unidos y entró a México el 19 de octubre.
El saldo anterior fue presentado el pasado lunes 12 de noviembre, en ese momento habían 6 mil 994 casos de retorno voluntario, 19 casos menos.
México brinda asilo
El pasado 12 de noviembre, autoridades mexicanas informaron que hasta ese día el Instituto Nacional de Migración (INM) había atendido un total de 3 mil 230 solicitudes de refugio, de las cuales 2 mil 697 se encuentran en trámite.
En tanto, la periodista Denisse Maerker declaró en su programa de radio Atando Cabos que hasta este momento 773 integrantes de la caravana ya se encuentran en Tijuana, Baja California.
Una veintena de migrantes se atrevió incluso a trepar la valla fronteriza este martes, ante la atenta mirada de la Patrulla Fronteriza (CBP).
Por otro lado, una treintena de habitantes de Playas de Tijuana se reunieron con autoridades de la policía municipal para externar su descontento por la llegada de migrantes.
Del lado estadounidense se ha reforzado la seguridad, se han cerrado algunos accesos en las garitas que conectan Tijuana y San Diego, y se desplegaron más elementos de las fuerzas armadas.
Estos soldados forman parte de los 5 mil 600 que la administración de Donald Trump envió a Texas, Arizona y California para colaborar con las autoridades migratorias cuando lleguen las caravanas.
Con información de EFE
