El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentará en los próximos días una Reforma Migratoria que tendrá como principal eje ofrecer la ciudadanía estadounidense a 1.8 millones jóvenes migrantes que fueron llevados a la Unión Americana cuando eran niños, a cambio de 25 mil millones de dólares para construir el muro fronterizo con México, reforzar la seguridad de su frontera norte, y en la contrataciones de miles de agentes migratorios, abogados, etc.
Esta propuesta ha puesto entre la espada y la pared a los ‘dreamers’ ya que pueden obtener la ciudadania a cambio de dejar en riesgo de deportación a sus padres, familiares y conocidos.
En entrevista para Conexión Migrante, Deyvid Morales, un joven mexicano creador de aplicaciones que ayudan a los migrantes en Estados Unidos a estar informados sobre sus derechos, asegura que los dreamers sí quieren regresar a México, pero no esposados.
“No se puede aceptar una propuesta que deja en peligro de deportación al 91% de los migrantes a cambio de proteger sólo al nueve por ciento”, afirma.
Afirma que a la mayoría de los ‘dreamers’ les da miedo regresar a México por la percepción que se tiene del país internacionalmente, ya que los medios de comunicación de la Unión Americana realizan reportes sobre la gran inseguridad que impera en el país, incluso menciona que el gobierno norteamericano ha intensificado una campaña para pedir a sus ciudadanos no viajar a México, específicamente a Guerrero, por la violencia generada por el narcotráfico.
“Queremos la ciudadanía estadounidense para poder viajar a México o a nuestros países de origen y poder regresar a Estados Unidos. No es que tengamos miedo de México es porque aquí tenemos nuestra vida y no es justo que sólo por una persona racista (Donald Trump) se tengan que separar mas familias”, dijo Morales.
El joven mexicano radicado en Utah afirma que otra de las razones por las que desean quedarse en la Unión Americana es para no abandonar todo lo que han construido a lo largo de todo este tiempo.
Nos señala que el 16% de los jóvenes beneficiarios de DACA tienen o están en proceso de tener una casa propia. Además el 25% de estos jóvenes ha formado una familia y han procreado hijos estadounidenses.
“Personalmente quiero quedarme en Estados Unidos porque aquí tengo mi hijos, mi esposa y mi vida… no le tengo miedo a México pero aquí esta mi vida”, señala.
