El constante temor a los cada vez más frecuentes operativos de inmigración contra los latinos provocaron que, tras más de 100 años de servicios, una iglesia católica ubicada en Detroit cerrara sus puertas.
De acuerdo con medios al diario Detroit Free Press, All Saints es un templo fundado en 1896 y ha estado en su sitio actual desde principios de 1900.
Sin embargo, esto no impedirá que la iglesia cierre sus puertas, y es que de acuerdo al pastor de St. Gabriel, el reverendo Marc Gawronski, la iglesia tiene finanzas débiles, necesita reparaciones y ha estado perdiendo miembros.
Un proyecto de construcción en la autopista Interestatal 75 ha perjudicado la asistencia. Además, se han registrado un aumento en las redadas de migrantes.
Los federales han aceptado informalmente no acudir a las iglesias para arrestar gente, dijo el reverendo. Sin embargo, las personas “incluso están nerviosas de poder levantarse por la mañana e ir a la iglesia”.
Solo tres personas asistieron a una misa en español el miércoles por la noche, informó Free Press.
Ila Mae Lancendorfer, de 81 años, vive a solo unas cuadras de All Saints. En esta iglesia ella ha celebrado varios hitos personales, como bautismo, primera comunión y matrimonio. Además, fue la directora de música durante 30 años.
“La iglesia ha sido solo una parte muy importante de mi vida, toda mi vida”, dijo Lancendorfer.
La última misa en All Saints se celebrará el domingo. Se alentará a la congregación de 300 familias a asistir a St. Gabriel, una iglesia cercana.