La noche del sábado unas balas apagaron en segundos la vida del pequeño Óscar Ramón, quien viajaba de Honduras a Estados Unidos con la ilusión de reencontrase con su madre.
De acuerdo con medios locales, el pequeño de diez años perdió la vida de un impacto de bala en la carretera Malpaso-Las Choapas, a la altura del kilómetro 106, en Huimanguillo, Tabasco, México.
De acuerdo con la versión oficial del Instituto Nacional de Migración (INM), el hondureño viajaba junto con otros 40 centroamericanos, cuando un grupo armado los atacó a tiros.
Sin embargo, el activista y defensor de los derechos humanos de los migrantes, Rubén Figueroa, miembro del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), no cree la versión de que fue un grupo armado y supone que tras el ataque están cuerpos policiacos que extorsionan a traficantes de personas en la región, señaló Proceso.
El sueño
El pasado 28 de septiembre, Oscar Ramón salió de su casa ubicada en Tocoa, Colón, con el sueño de encontrarse con su madre, que se fue hace cuatro años hacia Estados Unidos.
Acompañado de su hermana de 15 años y una prima de 23, el niño de 10 años abandonó sus estudios del quinto grado.
“Despierten, asesinaron a Oscar Ramon, una bala le robo el sueño de abrazar nuevamente a su madre, despierten por que Oscarito ya no podra hacerlo”
Niño migrante asesinado en Tabasco: https://t.co/flGcoVPdNG#JusticiaParaOscarRamon pic.twitter.com/XXiixupXRB
— Ruben Figueroa (@RubenFigueroaDH) 18 de noviembre de 2017
De acuerdo con medios locales, tras el ataque, el niño fue trasladado a un centro asistencial de la localidad pero horas más tarde no soportó y murió.
Los familiares de Oscar Ramón desconocen el paredero de las personas con las que viajaba el niño.