Texas realizó el miércoles 11 de enero la primera ejecución de 2017 al dar muerte a Christopher Wilkins, de 48 años de edad, condenado por el asesinato de dos hombres durante una transacción de drogas. El estado dice que ocho más esperan su turno en el pasillo de la muerte de la cárcel de Huntsville, al norte de Houston; de éstos al menos dos de ellos son de ascendencia hispana, y entre ellos está Rolando Ruiz, de 45 años, quien, si la Corte Suprema de Estados Unidos no concede el indulto, será ejecutado con una inyección letal este 7 de marzo a las 18:00 horas, en la prisión de Huntsville.
Ruiz fue condenado a muerte en 1995, tras ser contratado para matar a una mujer cuyo esposo quería cobrar una póliza de seguro de vida. Él se ha enfrentado a tres fechas de ejecución anteriormente, la última fue el 31 de agosto de 2016, cuando la Texas Court of Criminal Appeals emitió una suspensión.
Esta es la cuarta vez que el reo se encuentra tan cerca de recibir la inyección letal, pero como en la ocasiones anteriores, su abogado intenta frenarla. El defensor argumenta que su cliente ha estado por casi 22 años en el corredor de la muerte, lo que constituye un castigo cruel e inusual.
Ruiz tenía 20 años cuando fue contratado para matar a Theresa Rodríguez, de 29 años de edad. Michael Rodríguez, esposo de la de la víctima, y su hermano Mark Rodríguez programaron el asesinato para cobrar el dinero del seguro de vida de la mujer. Le pagaron 2 mil dólares a Ruiz quien efectivamente cumplió con su contrato, detalló la cadena Univisión.
Los hermanos Rodríguez fueron condenados a cadena perpetua por su participación en el crimen. Michael, el esposo de la fallecida, se fugó de prisión en el año 2000 en un recordado caso de varios prisioneros que escaparon, conocido como “Texas 7”. En su huida, los reos mataron a un agente del orden. Michael fue recapturado y sentenciado a pena de muerte. Su ejecución se realizó en 2008.
El abogado de Ruiz llevó su caso ante la Corte Suprema de Estados Unidos, pero si la corte no acepta revisarlo y no detiene la ejecución, este será el cuarto reo ejecutado en Texas este año y el quinto en el país.
Otro reo hispano, identificado como John Henry Ramírez, estaba programado para ser ejecutado el 2 de febrero, pero logró obtener un indulto temporal de un tribunal federal de apelaciones. La jueza de distrito, Nelva González, suspendió la ejecución con el argumento de que no había tenido tiempo suficiente para revisar de manera apropiada una solicitud del reo.
TEXAS: LÍDER EN EJECUCIONES POR PENA DE MUERTE
De los 50 estados que integran Estados Unidos, 31 conservan la aplicación de la pena de muerte y Texas es el que históricamente registra el récord de ejecuciones desde 1976 a 2015: 1,331 reos ejecutados.
Además, en ese estado sureño la aplicación de la pena de muerte como castigo a los criminales cuenta con la aprobación del 80 por ciento de los ciudadanos.
El presidente de la Red Mexicana de Migrantes, José Luis Gutiérrez, ha alertado en diversas ocasiones que al parecer nadie puede sancionar al estado de Texas respecto a las ejecuciones que lleva a cabo, pues pese a que son violaciones abiertas a los acuerdos internacionales, continúa la aplicación de la pena de muerte.
En torno a lo que esa organización hace para apoyar a que los mexicanos tengan un debido proceso en su detención, el presidente de la Red Mexicana de Migrantes, dijo que han movilizado gente pero desgraciadamente no cuentan con los recursos suficientes para apoyarlos como se debiera.
Las autoridades del estado de Texas, afirmó, han hecho caso omiso debido a que no existe sensibilidad y sí un alto índice de actitudes racistas hacia los mexicanos, por lo que aseguró insistirán en instancias de Derechos Humanos internacionales para evitar más muertes de este tipo.
