05 de noviembre de 2024 | Dolar:$20.02

A 18 días de que Trump sea Presidente de EU surgen más ‘ciudades santuario’ para inmigrantes

A 18 días de que Trump sea Presidente de EU surgen más 'ciudades santuario' para inmigrantes

Donald Trump ganó la elección presidencial en Estados Unidos, el pasado 8 de noviembre, y hoy, a 18 días de que asuma oficialmente como el presidente más poderoso del planeta, los temores de los inmigrantes, principalmente de los indocumentados, son cada vez mayores.

Sin embargo, en la medida que el republicano ha ido revelando sus planes y estrategias de Gobierno, entre las que destaca la deportación de millones de personas, particularmente mexicanos, decenas de autoridades y organizaciones civiles de las grandes ciudades de la Unión Americana se han levantado en pie de guerra para evitar que el magnate neoyorquino comete abusos y arbitrariedades contrarias a lo que la propia Constitución de EU establece.

Los gobernantes de esas ciudades, incluso, se oponen a facilitar información sobre indocumentados al servicio federal de inmigración, y han afirmado que bajo su jurisdicción no se permitirán violaciones a los derechos humanos.

Las primeras urbes en levantarse contra las políticas calificadas de “racistas” por parte de Trump fueron Los Ángeles, Nueva York y Chicago, que pronto recibieron el reconocimiento mundial como “ciudades santuario”.

Los alcaldes demócratas de dichas ciudades han afirmado en diversos foros que no compartirán información de inmigrantes indocumentados con las autoridades federales de inmigración ni ahora, ni cuando Donald Trump asuma su puesto en la Casa Blanca.

AMENAZAS DE TRUMP Y OPOSITORES

Para contrarrestar esa posición, Trump amenaza con cortar fondos federales a las consideradas ciudades santuario si evitan cooperar con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). En juego están 650 mil millones de dólares en fondos federales que les serían negados a ciudades que no cooperen en esfuerzos de deportación.

[¿Qué es una ciudad santuario?]

Trump dijo en una entrevista con el programa “60 Minutes” que planea deportar unos 2 a 3 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos. El empresario añadió que deportará a quienes tengan un récord criminal.

Sin embargo, esto no achica a los alcaldes que defienden los derechos humanos y a la migración como el origen mismo de Estados Unidos. Éstos saben que los estados y ciudades no están obligados a cumplir las leyes federales, lo que será obstáculo para el próximo Presidente de la Unión Americana.

“Nueva York es la ciudad de los inmigrantes. El lugar construido por generación tras generación de inmigrantes. No vamos a sacrificar a medio millón de personas que viven entre nosotros y que son parte de nuestras comunidades”, dijo el demócrata Bill de Blasio, a los medios de comunicación.

Luego de reunirse con Trump –quien también es neoyorquino– expuso en noviembre pasado: “Le reiteré que esta ciudad y otras ciudades a través del país harán todo lo posible para proteger a nuestros residentes y para asegurarnos que las familias no sean destrozadas”.

El Alcalde demócrata Bill de Blasio dijo que, de ser necesario, la ciudad eliminará la base de datos con nombres de cientos de miles de indocumentados que han recibido una tarjeta de identificación municipal y que podría servir al próximo gobierno para identificar y deportar a los inmigrantes indocumentados, de acuerdo con un reporte de la cadena Fox News.

Situada en la Costa Este como Nueva York, en Newark, Nueva Jersey, su Alcalde Ras Baraka dijo que la retórica de Trump sobre inmigración “da miedo” y por tanto no será parte de esa política.

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También en Providence, capital del estado de Rhode Island, el Alcalde Jorge Elorza, quien es hijo de inmigrantes guatemaltecos, dijo que mantendrá la política de no retener a personas acusadas por infracciones civiles en nombre de agentes federales de inmigración.

“Nosotros no vamos a sacrificar a ninguna de nuestra gente”, aseguró el funcionario de Providence, al señalar que buscan evitar deportaciones “injustas” de inmigrantes que hayan cometido “leves infracciones civiles”.

Otra gran urbe estadounidense, situada en la región de los grandes lagos, que no está dispuesta a atender la llamada de quien será Presidente de EU es Chicago, Illinois.

En ésta, “la ciudad de los vientos”, la policía y los funcionarios municipales tienen prohibido preguntar el estatus migratorio de las personas. Tampoco tienen el poder de detener a indocumentados para deportación.

CALIFORNIA Y GARCETTI DAN EL EJEMPLO

En Los Ángeles, California, el jefe de Policía de los Ángeles, Charlie Beck, se adelantó incluso al Alcalde y afirmó que no colaborará con el ICE. “No vamos a trabajar junto con el Departamento de Seguridad Nacional en los esfuerzos de deportación”, dijo Beck.

Pero el Alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, rápidamente atajó las amenazas de Trump y prometió estar atento a las próximas decisiones en materia de inmigración del ahora Presidente electo. Dijo que “actuará en consecuencia” si resultan hostiles.

En una reunión sostenida este diciembre con activistas a favor de los derechos de los indocumentados, Garcetti aseguró que cuestionará las decisiones que tome el próximo Presidente de EU.

“Si el primer día como Presidente vemos algo que es hostil para nuestra gente, hostil para nuestra ciudad, malo para nuestra economía, malo para nuestra seguridad, hablaremos, lo diremos y actuaremos”, aseguró Garcetti, de acuerdo con un reporte del diario Los Angeles Times.

Garcetti fue abiertamente partidario de la candidata demócrata Hillary Clinton durante las elecciones del 8 de noviembre, y no esconde su antipatía personal hacia Trump al que ha descrito como una caricatura de político que dice cualquier cosa con tal de ser elegido; lo ha llamado “racista, fanático y sexista” por sus publicitados y polémicos comentarios insultando a minorías, mujeres e inmigrantes.

En este sentido, en San Francisco, California, el Alcalde Ed Lee también rechazó las posturas de Donald Trump: “Aquí no habrán muros y defenderemos a capa y espada el estatus de santuario”; además enfatizó que luchará contra la discriminación.

Otra ciudad californiana es Seattle y ahí el Alcalde Ed Murray aseguró que su ciudad continuará siendo “hospitalaria” y que lo “último que quiero es empecemos a entregar a nuestros vecinos”.

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