Jesús se identifica con los refugiados y migrantes: Papa León XIV en su mensaje de Navidad

En su mensaje Urbi et Orbi, el Papa León XIV llamó a todas las personas a vivir con mayor empatía y amor al prójimo, mencionando la difícil situación que enfrentan millones de migrantes y refugiados en el mundo.
Durante su mensaje, el Papa mencionó de manera directa a las personas refugiadas y migrantes:
“Al hacerse hombre, Jesús asume sobre sí nuestra fragilidad, se identifica con cada uno de nosotros: (…) con quienes huyen de su tierra en busca de un futuro en otra parte, como los numerosos refugiados y migrantes que cruzan el Mediterráneo o recorren el continente americano; con quienes han perdido el trabajo y con quienes lo buscan, como tantos jóvenes que tienen dificultades para encontrar empleo (…).”, dijo el Papa en su mensaje.
El Papa también mencionó a las poblaciones afectadas por la guerra, el hambre y la pobreza, como los habitantes de Gaza y el pueblo yemení, así como a quienes han perdido su empleo, a los trabajadores explotados y a las personas privadas de la libertad que viven en condiciones inhumanas.
En su oración por la paz, León XIV imploró justicia, estabilidad y reconciliación para regiones golpeadas por conflictos armados, como Líbano, Palestina, Israel y Siria, y pidió de manera especial por Ucrania, para que cesen las armas y se abra un diálogo sincero con el apoyo de la comunidad internacional. Asimismo, recordó a las víctimas de guerras olvidadas en África, mencionando a Sudán, Sudán del Sur, Malí, Burkina Faso y la República Democrática del Congo.
El Papa también elevó plegarias por Haití, para que cese la violencia y el país avance hacia la paz; por América Latina, exhortando a los líderes políticos a privilegiar el diálogo y el bien común; y por Myanmar, donde pidió acompañamiento para quienes viven sin hogar ni seguridad. Además, encomendó la reconciliación entre Tailandia y Camboya, y expresó su cercanía con los pueblos del sur de Asia y Oceanía afectados por recientes catástrofes naturales.
Al concluir, León XIV apeló a la responsabilidad personal y colectiva como fundamento de la paz. “Si cada uno de nosotros, en lugar de acusar a los demás, reconociera sus propias faltas y se pusiera en el lugar de quienes sufren”, dijo, “fuera solidario”, se podría avanzar hacia un mundo más justo. Un llamado que, en el contexto de la migración, resuena como una invitación directa a no ser indiferentes ante el dolor de quienes buscan un futuro digno lejos de su tierra.


Comentarios (0)
No hay comentarios en esta publicación.