Deiner Jose: el venezolano que trabaja en la Central de Abastos

A las 6:30 de la mañana, entre el bullicio de la Central de Abastos en Iztapalapa, Deinier ya está de pie. Entre montones de frutas y verduras, aprendió a cargar, empacar y descargar comida. Fue ahí, entre el cansancio y la esperanza, donde el joven venezolano de 20 años empezó a construir una nueva vida lejos de casa.

Hace un año dejó Venezuela con la ilusión de llegar a Estados Unidos. Como muchos migrantes, intentó conseguir una cita en la aplicación CBP One para cruzar de forma regular, pero no tuvo suerte y se quedó en México. “Por algo pasan las cosas”, dice convencido. Y aunque muchos de sus paisanos han decidido regresar con el programa “Vuelta a la Patria”, su futuro está en México.

“En México hay trabajo”

Llegó a México en febrero de 2024 y, desde mayo vive en un albergue de migrantes en Iztapalapa, muy cerca del metro Cerro de la Estrella. Asegura que en este país hay oportunidades laborales y estas ya empiezan a dar frutos: después de seis meses de duro trabajo en la Central, logró comprarse una moto.

“Estoy esperando las placas, pero ya la moto me ayudará a repartir pedidos”, cuenta emocionado. La compra significa mucho más que un vehículo: es independencia, un paso hacia adelante en su proyecto de vida.

Actualmente trabaja en Samano, donde empaca, carga y pesa mercancías. Solo los fines de semana vuelve a la Central de Abastos donde es estimado. Su jornada arranca temprano y termina al caer la tarde, cuando regresa al albergue.

Además de buscar regularizar su situación migratoria —quizás a través de una solicitud de asilo—, Deinier piensa en crecer aquí. Terminó el bachillerato en Venezuela y ahora quiere aprovechar cada oportunidad que se le presente en México.

Se ha vuelto en una red de apoyo para venezolanos

Ha encontrado en la comunidad mexicana un apoyo invaluable. Tanto, que él mismo se ha convertido en un apoyo para otros venezolanos quje llegan a la capital, les ayuda a encontrar empleo, a orientarse y a no sentirse tan perdidos.

Deinier sabe que la juventud es su mayor aliada. Con esfuerzo y constancia ya está construyendo una vida nueva. “En México hay trabajo”, afirma con una sonrisa que refleja la metas que quiere alcanzar.