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Madres buscan a sus hijos desaparecidos en su paso por México: “Si México no tuviera desaparecidos, ¿por qué estamos aquí?”

“Cada período hay un presidente, hay una presidenta, pero el día de mañana ellos dejan de serlo y se les dice expresidentes, pero una madre jamás va a decir mi ex hijo y un hijo jamás va a decir mi ex mamá”- Sandra Castañeda, madre buscadora

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El 10 de mayo no es un día de celebración para todas las madres. Mientras algunas reciben abrazos y flores, otras exigen justicia. Mujeres que han convertido el dolor en acción y han dedicado años de su vida a buscar a sus familiares desaparecidos durante su paso por México.

Con altas temperaturas, una alimentación limitada y situaciones de hostilidad por parte de terceros, así se llevó a cabo la tercera brigada internacional de búsqueda “Tejiendo Redes”, la cual inició el 25 de abril. Desde distintos países de Centroamérica, madres y familiares cruzaron fronteras con una sola esperanza: encontrar a sus familiares. Llegaron a México, un país donde el gobierno insiste en negar la existencia de desapariciones forzadas, aunque en muchos casos, el último rastro de sus seres queridos apunta directamente a autoridades que los detuvieron y los hicieron bajar de autobuses durante su trayecto hacia el norte.

Recorrieron nueve ciudades en tres estados: Tamaulipas, Sonora y Baja California. Visitaron centros de rehabilitación, albergues, plazas públicas y zonas donde se reúnen personas sin hogar. Además, en esta ocasión lograron acceder a tres centros penitenciarios en Sonora.

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| Foto: Conexión Migrante
| Foto: Conexión Migrante

Brigada Internacional de Búsqueda “tejiendo redes”

A las 11:00 de la mañana, en la glorieta de las y los desaparecidos, se llevó a cabo una rueda de prensa para presentar los resultados de la tercera jornada de búsqueda de personas migrantes desaparecidas en su paso por México. A pesar del calor, el evento reunió a familiares, representantes de organizaciones y medios de comunicación interesados en el seguimiento de este tema.

En el lugar se instaló una carpa roja bajo la cual se colocó una mesa para las intervenciones de las madres centroamericanas, acompañadas por las banderas de El Salvador y Honduras. Sobre el piso, se extendieron fichas de búsqueda con los rostros y datos de personas desaparecidas. Entre ellas, una imagen destacaba: la de Óscar Antonio López Enamorado, de nacionalidad hondureña, desaparecido en 2010 en el estado de Jalisco. Este 10 de mayo habría cumplido 35 años.

Brigada Internacional de Búsqueda "tejiendo redes"
Foto: Karen Sanabria / Conexión Migrante

La primera en tomar la palabra fue Ana Enamorado, madre de Óscar. Con un semblante serio y visiblemente afectado, recordó que esta jornada de búsqueda se realiza desde hace tres años, pues hace tres años fue la creación de la Red Regional de Familias Migrantes, organización que ella coordina. Este esfuerzo nació a partir de la desaparición de su hijo y con el propósito de que las familias migrantes sean escuchadas, tengan acceso a sus derechos y puedan viajar desde sus países de origen a México para buscar a sus seres queridos.

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“15 años de impunidad, 15 años de dolor, 15 años de incertidumbre de no saber dónde está mi hijo. Son 15 años, 5 meses sin poder abrazar a mi hijo, sin poder festejar un cumpleaños, mucho menos el Día de las Madres.”, dijo Ana. | Foto: Karen Sanabria / Conexión Migrante

No es raro que muchas veces no cuentan con el respaldo necesario para obtener documentos migratorios y emprender el viaje. “Les invito a salir, a cruzar esas rutas que nuestros familiares se han visto obligados a cruzar. Lleguen sin documentos, así como nuestros familiares lo han hecho, la búsqueda no se detiene por no tener papeles” dijo Ana.

13 años sin Aaron Eleazar Carrazco Turcios

Con una playera que lleva impresa la imagen de su hijo desaparecido, Ana Cecilia Turcios contó que Aarón salió de Honduras el 26 de marzo de 2012 con la esperanza de construir una vida mejor, pero a solo un mes de su partida, el contacto se perdió en territorio mexicano. Desde el 26 de abril de ese mismo año no han vuelto a saber de él. “Son 13 años de lucha, 13 años de dolor, 13 años de angustia que he vivido. Cada Día de la Madre, cada día de su cumpleaños, cada Navidad, yo lo recuerdo porque me hace falta ese pedacito de corazón en mi hogar”, expresó.

A pesar del riesgo, Ana viajó a Tamaulipas como parte de una jornada de búsqueda. Dijo que estaba dispuesta a enfrentarse a cualquier circunstancia si eso significaba encontrar una pista. Y lo logró: obtuvo dos posibles indicios del paradero de su hijo, las cuales fueron entregadas a la fiscalía para que continúen con la investigación.

| Foto: Conexión Migrante

4 años sin Héctor Manuel Duván

Amalia Ramírez viajó desde Honduras con el rostro de su hijo en la memoria y la esperanza de encontrarlo en el camino. Héctor Manuel Duván desapareció el 6 de marzo de 2021 en Sonora. Desde entonces, su ausencia no solo pesa sobre ella, sino también sobre sus cuatro hijos, que cada día preguntan por él. ¿Cómo se le explica a un niño que no sabemos dónde está su papá? ¿Cómo decirles que salió para darles una vida mejor, pero desapareció en el intento?

A las autoridades se les olvida que detrás de cada ficha, de cada carpeta de investigación, hay personas, no cifras. Padres, madres, hijos, sobrinos que dejaron su país para darle un futuro distinto a los suyos, arriesgando el propio. Y que hoy, simplemente, no están.

“Gracias a Dios por tenernos en este lugar porque nosotras y nosotros sin la presencia de Dios somos nada o nadie.” | Foto: Conexión Migrante

Aunque las familias buscan, la responsabilidad sigue siendo de las autoridades

Con una notable tristeza y en compañía de su esposo, Sandra Castañeda de El Salvador, tomó el micrófono para exigir que las autoridades no ignoren las pistas que han logrado reunir. Vino buscando a su hijo, Gustavo Salvador, y sabe bien que muchas veces esa información termina olvidada en un escritorio. “El trabajo de buscar no nos toca a nosotras, le corresponde al Estado”, reclamó. Mientras hablaba, señalaba lo evidente: las calles llenas de fichas, los rostros en los postes, los colectivos multiplicándose por todo el país. “Si México no tuviera desaparecidos, ¿por qué estamos aquí?”, preguntó. La brigada, que solo ocurre una vez al año con el apoyo de la Red Regional de Familias Migrantes, no debería ser necesaria. Pero lo es. Porque la ausencia sigue doliendo y la respuesta del Estado sigue sin llegar.

Madres buscan a sus hijos desaparecidos en su paso por México | Foto: Conexión Migrante

3 años de búsqueda

La conferencia estaba por terminar. En el ambiente silencioso comenzaba a romperse por algunos sollozos de los presentes conmovidos (yo entre ellos). Antes de concluir, Ana Enamorado tomó la palabra una vez más. Compartió algunos de los nombres que han marcado estos tres años de la brigada organizada por la Red Regional de Familias Migrantes.

Nombró a Roberto Enrique Menjivar, hondureño, desaparecido en Nuevo León. Dijo que fueron policías quienes entraron a la casa donde se encontraba, lo subieron a una patrulla y se lo llevaron. Dos años después, lo hallaron sin vida en un Semefo de Coahuila. ¿Siguen negando que existe la desaparición forzada?

| Foto: Obtenida de la página de FB de la Red Regional de Familias Migrantes

Luego vino el nombre de José Rafael, desaparecido en 2008 en Veracruz. La familia sigue sin respuesta. Las autoridades han intentado cerrar el caso con versiones falsas, “Su hijo está sin vida” como ya lo hicieron con otras madres. Ana lo sabe bien. Lo vivió.

| Foto: Obtenida de la página de FB de la Red Regional de Familias Migrantes

Señaló la imagen de Donald Elías Gutiérrez Casco, pegada en una manta. Su madre colocó su foto en la glorieta durante una brigada anterior. Desapareció en 2018. Aunque acudieron a la fiscalía en 2019, no se abrió ninguna carpeta. Años después, con apoyo de la Red, Donald fue localizado sin vida en Guanajuato. Lo asesinaron. “No sabemos quién fue, dijo Ana, porque cuando se trata de migrantes, todo se oculta, todo se borra”.

| Foto: Obtenida de la página de FB de la Red Regional de Familias Migrantes

La lista siguió: Cristian Noé, cuya familia sigue esperando que la fiscalía abra una carpeta y Johnny Osvaldo, su familia no pudo ser parte de la brigada.

La esperanza que les da la fé

Al concluir la conferencia de prensa, el espacio se transformó. En medio del calor aún más intenso que al inicio, se llevó a cabo una ceremonia espiritual. Un sacerdote encabezó el acto, acompañado de velas encendidas y una camisa sobre la mesa, prenda de una de las víctimas. Esto fue un acto que simboliza la esperanza que aún guía a estas madres en su búsqueda, donde la fe sirvió como refugio ante el cansancio de tantos años.

Una religiosa tomó la palabra. Mientras veía las fotografías de las y los desaparecidos, pedía perdón a las familias migrantes por el daño que México les ha causado, y rogó para que más personas se sensibilicen con la causa, para que las autoridades dejen de mirar hacia otro lado, en medio de una lucha que no debería ser tan solitaria.

La jornada terminó con dos gestos cargados de significado. En el memorial, rodeado por las fotografías de los ausentes, las familias plantaron dos pequeñas plantas, como símbolo de vida, de memoria y de resistencia.

| Foto: Conexión Migrante

Después, con pinceles y pintura blanca, escribieron sobre el suelo: “Migrar para vivir con dignidad, no para desaparecer”. Y al final, los siete familiares que participaron en la brigada se dieron un abrazo. No hicieron falta palabras.

| Foto: Oscar Antonio López Enamorado

Basta ya de invisibilizar a las personas migrantes desaparecidas. Son seres humanos que dejaron sus países en busca de una vida mejor y a quienes se les arrebató la oportunidad de alcanzarla. Sus familias viven una búsqueda incansable, enfrentándose a la indiferencia y la ineptitud de gobiernos que se niegan a cumplir con su deber. No importa su nacionalidad: son personas y merecen una vida digna.

Migrar no es un delito, desaparecer sí

Sé parte de la búsqueda, visita nuestra sección en donde compartimos fichas de búsqueda de personas en movilidad de quienes no sabemos nada.

Autor(a)

Karen Sanabria Roa es licenciada en Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México. Se desempeña como reportera y periodista en Conexión Migrante. Apasionada por los temas sociales y ambientales, con un fuerte compromiso por informar y ayudar a los demás a través del periodismo. Su experiencia en medios incluye producción radiofónica.

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