En pocas horas se nos movió el piso en Conexión Migrante. Hoy nos avisaron que se detenían dos proyectos clave para sostener no solo nuestro medio, sino las operaciones del Centro de Atención al Migrante. Esto fue como un balde de agua fría para el equipo.
La orden ejecutiva “Reevaluando y realineando la ayuda internacional de Estados Unidos”, firmada por Donald Trump el lunes 20 de enero, frenó todo el financiamiento de cooperación internacional y con ello frenó de golpe, aunque ellos le llaman “pausa”, el trabajo de cientos de organizaciones y proyectos alrededor del mundo, de organizaciones y medios de comunicación que entendemos que para que haya periodismo al servicio de poblaciones como la migrante, que es el centro de nuestro trabajo, no se nos puede someter a las meras leyes del mercado.
Al mismo tiempo, el gobierno de Donald Trump ordenó una revisión minuciosa de los programas internacionales, en un lapso de 90 días, para determinar el futuro de cada uno de ellos y su supervivencia.
Hoy más que nunca estamos contra la pared y en un serio riesgo existencial. Los recursos que perdimos representan 20% de las operaciones de Conexión Migrante como medio y 50% del equipo de Audiencias, que no solo está a cargo de las redes sociales, sino que opera el Centro de Atención al Migrante (CAM).
Hace apenas un mes lanzamos nuestra campaña de donativos mensuales recurrentes DONA UNA DONA, que tiene como objetivo fundamental sostener los servicios del CAM. Lo hicimos en gran medida sabiendo que esto podría pasar ante el inicio de la segunda administración Trump, pero también porque aunque pedir es un acto incómodo y a veces complejo de explicar, en nuestro caso tiene una explicación muy clara.
¿Por qué necesitamos tu ayuda? Porque el trabajo de Conexión Migrante y en particular el de su Centro de Atención al Migrante es un servicio gratuito para personas y familias, que no ofrecen gobiernos ni organizaciones. Ayudamos tanto a personas que migraron y quieren migrar a los Estados Unidos, como a decenas de miles de migrantes que optan por quedarse en México y a personas que viven en Estados Unidos desde hace décadas y quieren reconectar con sus familias en México o venir de paseo al reencuentro de sus comunidades y afectos en condiciones seguras. En este Centro de Atención al Migrante, que funciona justo dentro de nuestra redacción, acompañamos, escuchamos e informamos a cientos de personas al mes, los 365 días del año.
En ocho años hemos atendido a más de 100 mil personas. Personas con dudas simples como trámites de identificación, y otras con problemas tan graves como deportaciones. Hoy, este servicio está en riesgo.
Por eso, les pido ayuda. No nos queda otra opción si queremos seguir honrando nuestra misión, con la cual estamos 100% comprometidos y a la que hemos dedicado tantísimas horas de forma desinteresada. Nuestra labor es fuente de trabajo para varias personas, y como tal, tendríamos que dejar de hacerlo si no tenemos los recursos suficientes para sostenernos.
Les pido a cada uno de ustedes, quienes me están leyendo o escuchando, que compartan el mensaje y nuestro link para donaciones con amigos y familia, que lo manden a sus grupos de WhatsApp. Y si además nos pueden hacer un pequeño donativo mensual, lo agradeceríamos infinitamente porque para nosotros eso haría la diferencia entre ayudar a más personas o no poder atender una llamada de alguien en situación de emergencia. Te invito a donar solo 2 dólares o 40 pesos mexicanos, el costo de una dona al mes. Si lo haces, significará todo para nosotros.
“El mar está hecho de miles de granitos de arena”, me dijo en un mensaje Andrea Ornelas, amiga y excolaboradora en Conexión Migrante, y es cierto.
Si logramos que una cierta cantidad de personas donen UNA DONA al mes, podremos sostener nuestros servicios. Prometo ir actualizando sobre estos números y contarles cómo seguimos, cada semana.
Las decisiones que tomen las autoridades en Estados Unidos afectan a millones de personas en todo el mundo, pero quizá la emergencia más crítica ahora es para nuestros hermanos migrantes, para nuestros paisanos, para todos aquellos que están en vulnerabilidad en Estados Unidos y México por su situación migratoria.
Nosotros queremos continuar aquí para ayudarles, escucharles y acompañarles. Con tu ayuda, podemos seguir haciéndolo.
Este es un llamado de emergencia, pero también un acto de esperanza en cada persona que, al ver las cosas que pasan con estas poblaciones en cualquier rincón del mundo, se preguntan “¿y yo cómo puedo ayudar?”
El domingo 26 de enero, la escritora española Irene Vallejo escribió: “También nosotros necesitamos una forma lúcida de ser optimistas. El pesimismo trágico deberá esperar para tiempos mejores”.
Nuestro optimismo no ceja. Lucharemos por los derechos y la información de calidad para las personas migrantes hasta que podamos. Contamos contigo.
#HagamosComunidad