Hoy se vive un momento clave para la democracia en Estados Unidos, ya que los ciudadanos están acudiendo a las urnas para elegir al próximo presidente: Kamala Harris o Donald Trump.
Los centros de votación en todo el país se prepararon el lunes por la tarde, ajustando los últimos detalles para que este martes los votantes registrados que aún no han votado puedan hacerlo sin inconvenientes.
En Georgia, un estado que en las elecciones anteriores se convirtió en el escenario decisivo con una diferencia de poco más de 11,000 votos que favoreció a Joe Biden, el ambiente es tenso. A pesar del recuento exhaustivo, Donald Trump cuestionó los resultados y alegó fraude electoral, aunque nunca se ha probado tal afirmación.
Durante esta campaña, el candidato republicano ha expresado repetidas veces su desconfianza en el proceso de conteo, aunque no ha presentado pruebas de irregularidades.
“Ha mencionado que personas sin ciudadanía o en situación irregular están votando, lo cual no ocurre porque existen mecanismos de identificación para evitar estas anomalías”, explicó Dalia Pérez, portavoz de la Alianza Latina para los Derechos Humanos de Georgia (GLAHR, por sus siglas en inglés) en una entrevista con la Voz de América.
Para reforzar la confianza en el proceso, en Georgia se desplegarán los llamados “Election Defenders” o “defensores de las elecciones,” que estarán presentes en todos los centros de votación para asegurar la transparencia y correcto funcionamiento de las elecciones.
“Sería lamentable que, después de tanto esfuerzo para motivar a la gente a votar, surgieran problemas el día de las elecciones”, señaló Tomás Martínez, un voluntario que supervisará el proceso en un suburbio de Atlanta.
Tomás, un trabajador de la construcción de origen mexicano que ha vivido en Atlanta por más de dos décadas, dedica su tiempo libre a apoyar a la comunidad latina. Está convencido de que estas elecciones serán distintas a las de 2020 en cuanto al recuento de votos.
“Esperamos unas elecciones tranquilas; no creo que haya problemas. Pueden estar seguros,” comentó.
A pesar de los esfuerzos, en Georgia persisten opiniones divididas. “Siempre habrá dudas. Incluso Hillary Clinton insinuó que Trump le había robado la elección en 2016,” mencionó José Ramón Pérez, votante de inclinación conservadora.
Por su parte, Daniel Gaspar, un votante con una perspectiva más liberal, opinó: “Es irresponsable hacer esas acusaciones; la gente debe confiar en el proceso electoral, ya que nunca se han demostrado esas acusaciones.”
Iniciativas similares se implementarán en otras partes de Estados Unidos, con “guardianes de las urnas” que garantizarán un proceso electoral transparente y educarán a la ciudadanía sobre el proceso