Moisés Lira es el nombre del más reciente beato mexicano, el cual fue beatificado este sábado 14 de septiembre de 2024 en la Basílica de Guadalupe.
El milagro atribuido a su beatificación fue la curación milagrosa de una bebé que estaba el vientre de su madre, es por eso que se busca que sea declarado protector de las mujeres embarazadas.
Oración del beato Moisés Lira a la Virgen de Guadalupe
“Oh María, Madre mía de Guadalupe, ¡alégrate!, tienes ya otro hijo sacerdote, que jamás suba al altar sin ti. En tus manos encomiendo y pongo mi vida sacerdotal, Madre, ayúdame”. Amén.
¿Quién es Moisés Lira?
Originario de Zacatlán, Puebla, el beato nació el 16 de septiembre de 1893 y fue fundador de la congregación de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada.
La madre de Moíses Lira falleció cuando él apenas tenía cinco años, motivo por el cual su padre tuvo que reubicarse por trabajo, así que padeció la ausencia de ambos padres.
Fue ordenado sacerdote el 14 de mayo de 1922 y murió con fama de santidad en 1950. Es llamado el apóstol de la bondad.
En 1922, a los pocos días de ser ordenado como sacerdote, escribió en su diario el lema que definiría su vida:
“Es necesario ser muy pequeño para ser un gran santo”.
Dicho de otro modo, Lira dedicó su vida y ministerio en la sencillez, la humildad, formar catequistas, cuidar de los enfermos y acompañar espiritualmente a comunidades vulnerables.
¿Qué milagro se le atribuye a Moisés Lira?
De acuerdo con la Madre María de la Luz Nava, perteneciente a la la congregación fundada por Lira, el milagro ocurrió entre mayo y junio de 2004.
En esa fecha, una mujer embarazada, que se encontraba en Guanajuato, fue informada que su feto con 18 semanas de gestación sufría de una condición médica que provocaba que acumulara líquido en el cuerpo.
Debido a este diagnóstico, que podía ser fatal para el feto o afectar a la madre, el médico le recomendó a la mujer interrumpir el embarazo, pero la madre se negó.
“No había muchas esperanzas”, explicó la Madre María de la Luz. “Pero algo tenían muy claro: no iban a optar por el aborto. Ellos iban a seguir buscando opciones para que su hija naciera bien”.
La mujer se topó con el padre Moisés en un folleto que encontró mientras hojeaba un libro. “No te conozco, pero ayúdame”, le dijo antes de dedicarle nueve días de rezo.
Terminado el periodo de oración volvió al médico y éste preguntó qué había hecho, pues su hija estaba sana.